A estas alturas pocas personas habrá en España que no reconozcan el guacamole como una salsa más, a la altura de otras autóctonas como el alioli o la brava. A diferencia de estas, no acompaña a patatas pero soluciona cualquier aperitivo y combina con muchos alimentos. Su elaboración casera es sencilla y la preparada es bastante económica. Solo surge una duda, ¿hasta qué punto es saludable?
Originaria de México, la receta primaria, preparada ya hace miles de años por la civilización azteca, se elaboraba con aguacates machacados, zumo de limón, tomate y chile. Siglos después, con su extensión hacia otros territorios y culturas, se generalizaron también como otros posibles ingredientes la cebolla, el cilantro y el ajo. Pero la estrella de esta salsa es, sin duda, el aguacate, y el elemento de mayor valor nutricional.
El aguacate, una garantía nutricional
El contenido más peculiar del aguacate a nivel nutricional se encuentra en la balanza entre su cantidad de agua, inferior a la de mayoría de frutas, y su notable cantidad de lípidos. Voces expertas en nutrición destacan que el gran porcentaje de las grasas que contiene son monoinsaturadas, resaltando entre estas el beneficioso ácido oleico.
Y ahí no se acaban las cualidades del aguacate porque en su rica composición vitamínica reside también parte de su secreto ya que lo convierten en un potente antioxidante. Tampoco hay que olvidar la presencia de minerales, destacando el potasio, con acción destacable a nivel muscular y cardiovascular.
¿Lo necesitamos en nuestra dieta diaria?
Dado que el aguacate proporciona por sí solo la suficiente garantía nutricional, a nivel alimentario no necesitaría de otros complementos para ser más saludable. La ventaja del guacamole es que consumimos el fruto de forma accesible y rápida, sin el engorro que puede suponer pensar una receta o preparar una rebanada de pan con aceite de oliva si las prisas apremian, algo frecuente en los tiempos actuales.
Desde la Academia Española de Nutrición y Dietética señalan que a pesar de las valiosas propiedades del aguacate, base fundamental del guacamole, el organismo no necesita una ingesta diaria de este fruto. Además, indican que sus mismos nutrientes se consiguen con otros alimentos de la dieta mediterránea, como puede ser el aceite de oliva.
Como todo alimento, y más aún teniendo en cuenta que estamos hablando de una salsa, es conveniente no exceder la cantidad adecuada por muy naturales y frescos que sean sus ingredientes, tanto el aguacate como el tomate o el limón. Especial cuidado deben tener las personas con problemas renales, ya que los altos niveles de potasio del aguacate pueden dañar estos órganos.
Referencias
Fundación Española de Nutrición (s.f.). Avocado, Persea Americana. https://www.fen.org.es/MercadoAlimentosFEN/pdfs/aguacate.pdf