Publicado: marzo 2, 2025, 7:25 pm
Nuestro sentido del gusto no es algo que permanezca inalterable durante toda la vida. De hecho, nuestra capacidad para registrar los sabores de los alimentos puede desaparecer.
A medida que pasan los años, nuestro sentido del gusto puede bloquearse. Esto se debe a que la cantidad de papilas gustativas que tenemos disminuye porque dejan de crecer, según una serie de investigaciones.
El resultado es que, a la mediana edad, tenemos menos que cuando éramos niños, tal y como recoge el Mirror en un reportaje.
Otra razón es que vamos perdiendo gradualmente nuestra capacidad de oler con intensidad. Los expertos estiman que entre el 75 y el 95% de lo que saboreamos se debe a los aromas que liberan los alimentos en nuestra cavidad nasal.
Pero con el paso de los años, el número de células olfativas (células especializadas en el paladar y la nariz que captan los olores) también empieza a disminuir.
La menopausia es otra de las razones por las que nuestro sentido del gusto puede disminuir con el tiempo. La disminución de los niveles de estrógeno en la mediana edad significa que las mujeres comienzan a producir menos saliva, necesaria para descomponer los alimentos.
Una investigación realizada en 2015 por la Universidad de Ankara, en Turquía, descubrió que el 35% de las mujeres afirmaba que su paladar no era tan sensible durante esta etapa de la vida.
La experta en menopausia Alice Smellie dice al Mirror que ha detectado que «muchas mujeres sufren problemas en la boca durante la menopausia debido a la forma en que la disminución de estrógeno causa sequedad».
«La menor producción de saliva puede hacer que la comida tenga un sabor diferente, mientras que el número de papilas gustativas disminuye y se vuelve menos sensible con la edad», añade Smellie.
«Algunas mujeres nos dijeron que habían empezado a sentir gusto por nuevos alimentos en la menopausia y que preferían sabores más fuertes, probablemente porque les ayudaba a volver a percibir los sabores», añade.
Todos estamos acostumbrados a sentir ocasionalmente que no podemos sentir el gusto debido a un resfriado o una gripe. Pero si notas que tu sentido del gusto se ha debilitado tanto que no disfrutas de la comida, incluso después de haberte recuperado, consulta con tu médico de cabecera.