Publicado: octubre 29, 2025, 5:00 am
Fue una boda soñada, perfecta para coronar seis años de amor: Diego “Peque” Schwartzman (33) y Eugenia de Martino (30) dieron el “sí, quiero” el sábado 25, en Dok Haras, en Exaltación de la Cruz, con doscientos ochenta invitados como testigos, en una sencilla ceremonia que emocionó a todos. Diez días antes se habían casado por Civil en compañía de sus más íntimos, con quienes festejaron en Aguila Pabellón, la confitería de estilo art nouveau que funciona en el ex zoológico de Buenos Aires.





UNA TARDE MUY ESPECIAL
En el preciso momento en que la novia caminaba hacia el altar del brazo de su papá, Daniel, la tormenta que durante todo el día amenazó con complicar la boda se disipó, salió el sol, y la tarde se transformó por completo, bañada por una luz dorada que convirtió el atardecer en el mejor escenario para el álbum de fotos de los novios. Con ese marco, Eugenia –que eligió para su gran día un strapless con drapeado lateral de Kyha, que complementó con zapatos Sarkany, aros Jean-Pierre y un collar de perlas– llegó junto a su hombre –se comprometieron en París hace un año– feliz y visiblemente emocionada. Diego, por su parte, no podía dejar de mirarla y sonreír. Y así, debajo de una glorieta adornada con cientos de rosas blancas y arrullados por el piano de cola que tocó Axel Quincke, se dijeron palabras de amor, escucharon divertidos las bromas de sus amigos, lloraron con el intercambio de anillos y con el aplauso cerrado del final. “Están los que realmente queríamos… Todas las caras que miramos alrededor son lo máximo y lo vamos a disfrutar muchísimo”, dijo él al agradecer a quienes lo acompañaron.




Tras la ceremonia, los invitados disfrutaron de una recepción a cargo de EAT Catering, mientras los flamantes Mr & Mrs Schwartzman posaban para las fotos, con fondo de fuegos artificiales. La ambientación del lugar, firmada por Las Funes, resultó impecable: mesas puestas alrededor de un estanque artificial, velas, luces en los árboles… Cada detalle hablaba de Diego y Eugenia, que para su first dance, después de la recepción, eligieron el tema “Lover”, de Taylor Swift. Poco más tarde llegó el momento de la comida, que fue al aire libre y con mantas para los invitados. Se sirvió milanesa de lomo con spaghettini caseros a la manteca, queso de la suerte y ensaladita de cherries y rúcula, risotto de espárragos con huevo poche crocante para los vegetarianos, y, de postre, macana tibia de chocolate y dulce de leche, helado y crema inglesa, coco crocante y frutas del mundo, todo acompañado por vinos Catena Zapata.






A PURA DIVERSIÓN
Cuando llegó la hora de bailar, se habilitó un tercer espacio que era puro boliche: listos para divertirse, los novios entraron al salón después de que se proyectó un video con imágenes de la ceremonia y, entonces sí… ¡empezó la fiesta! El encargado de musicalizar la noche fue el DJ Tomás Dobarro, que hizo bailar a todos, y cuando arrancó el show en vivo del grupo de cumbia La Champions Liga, Diego y Eugenia subieron al escenario y la pista explotó: Pico Mónaco y su mujer, Diana; Oriana Sabatini, embarazada de cuatro meses y sin su marido, Paulo Dybala, que se quedó en Italia para cumplir con sus compromisos con la Roma; Juan Ignacio Chela; Nati Jota; Joaquín “Pollo” Álvarez con su mujer, Tefi Russo, y Federico Coria, entre otros, dejaron su sello. En medio del dancing, los recién casados hicieron un stop para brindar por el futuro –para ese momento eligieron el tema “Everything”, de Michael Bublé– y después Euge cambió su vestido por uno corto de Joti Harriage.

El fin de fiesta –organizada por Azares Eventos– llegó alrededor de las cuatro y media de la mañana, cuando los novios, que fueron los últimos en dejar la pista, se dispusieron a pasar la noche en Dok Haras, donde estuvieron instalados todo el fin de semana con sus familias. Por ahora no habrá luna de miel, pero el fiestón de su boda quedará para siempre en el recuerdo de cada uno de los invitados. Y eso es lo que Diego y Eugenia más querían: una fiesta inolvidable.





