Publicado: septiembre 27, 2025, 6:00 am
Hay algo en su hablar sereno y amable que enseguida la vuelve cercana. A sus 22 años, Malena Terra, la segunda de las dos hijas de la ex modelo Analia Maiorana (hoy CEO de la consultora CoachMe) y Martín Terra, acaba de debutar sobre la pasarela de la Semana de la Moda de Nueva York de la mano de Benito Fernández, “casi un tío” para ella, tal como le dirá en un rato a ¡HOLA! Argentina, que presentó su colección Latir. “Estoy arrancando un camino en el modelaje que me encanta, pero no voy a abandonar mis estudios ni mi trabajo”, sigue.
–¿Qué estudiás?
–Estoy en tercer año de Psicología y antes estudiaba Medicina. Tengo muy marcada la vocación de servicio desde siempre. Además, de lunes a jueves trabajo en un centro de medicina preventiva, Genix, a cargo del doctor Alberto Rancati, a quien conocí porque yo hacía prácticas con él cuando estudiaba Medicina.
–¿Y el mundo de la moda?
–Este giro fue una sorpresa para mí y para mamá. Siempre mi foco estuvo en recibirme, en mi independencia, que para mí es clave. Soy bastante autoexigente, parecida en eso a mamá, así que lo me propongo lo hago al cien. Alguna vez me divirtió sacarme fotos y se lo comenté a Benito, que es íntimo de mamá y como un tío para mí. Él me recomendó la agencia en la que estoy, y así arranqué con algunas campañas. Pero hace poco Benito me sorprendió con esta propuesta. Fue mi debut sobre una pasarela, que encima es una de las más importantes del mundo. Todos los viernes, después de la facultad, me iba a su casa y con su ayuda, la de su asistente Delfina Citro y el productor Ale García practicaba caminata con tacos de diferentes alturas y distintos vestidos.
–¿Aceptaste enseguida?
–Le pedí a mamá que me acompañara porque para mí ella es un apoyo fundamental, además de que tiene mucha experiencia. Los nervios no son sólo durante el desfile, sino en toda la previa, el post donde hicimos fotos… Pero todo salió impecable. Mamá me dio algunas claves, como la forma correcta de hacer los giros, y ensayábamos también en un pasillo largo que hay en casa. Todo fue muy lindo y emocionante. Y Benito es un ser tan especial. Tiene una energía muy pura, una humildad que contagia, escucha y ve un poco más allá. Me eligió para darme una oportunidad y porque le gustaba cómo llevaba su ropa, pero además me dijo que había algo angelical en mí que quería que se viera. Fue un lujo de la vida trabajar con él, ojalá se repita mil veces.
–¿Con quiénes vivís?
-Con mamá, con su marido (Diego Santilli) y a veces con sus hijos. Somos una familia ensamblada que es un placer, realmente. Mi hermana, Lola (26), está instalada en Madrid (estudió Relaciones Públicas e Internacionales) pero a pesar de la distancia somos muy compañeras. [Piensa]. Volver a la noche de la facultad y comer en familia es un plan que me encanta, me gusta cuando nos contamos nuestras cosas, soy bastante hogareña.
–¿Estás de novia?
–Sí, hace un año y medio con Justo Ortiz Basualdo, que es arquitecto y tiene 27 años. Somos muy compañeros y nos motivamos mutuamente con nuestras cosas.