Publicado: octubre 30, 2025, 8:44 am
Elisa Mouliaá ha acudido al pódcast del youtuber Arturo Zarzalejo y, además de hablar de feminismo y de su denuncia contra Íñigo Errejón, caso en el que sigue inmersa, también ha hablado sobre su apoyo a ideas como que «nos fumigan» con los chemtrails de los aviones, algo que no es la primera vez que proclama, o que la DANA tuvo intervención de mano humana para provocar tal catástrofe.
En un clip que se viralizó del programa, la actriz condenó la guerra en Gaza y opinó que el atentado de Hamás el 7 de octubre le sirvió a Netanyahu para reaccionar violentamente: «No hay mejor excusa que un ataque para una invasión«.
En ese momento, comparó esta situación con el atentado del 11 de septiembre de 2001 en las Torres Gemelas. «Es de sentido común que realmente un avión no podía derrumbar unas torres de esas características, o sea, tuvo que haber una bomba debajo», defendió.
«Igual que la DANA: ya se ha visto que en siete minutos no puedes llenar 11 metros cúbicos. Entonces es imposible, tuvieron que abrir las presas. Que se cree que las abrió la OTAN», opinó la intérprete de Águila roja.
Para Mouliaá, «estamos viviendo un ataque meteorológico-militar que no se ha visto nunca en la historia y que se aprovecha del cambio climático y de los virus en el aire para controlar a la población».
La actriz también comparó la situación con los «regímenes totalitarios invisibles» que se ven en libros como 1984, Rebelión en la granja y Un mundo feliz: «Si te atreves a mirar, descubres que estamos ahí».
En otro de los clips del pódcast, Elisa Mouliaá reiteró su creencia en la teoría de los chemtrails, las cuales, según ella, son «esas estelas de geoingeniería que salen de las alas de los aviones y que tienen aluminio».
Para la actriz, «está más que probado» y «no es conspiranoia», pues lleva «5 años observando cómo, del 15 de mayo al 15 de junio, no para de haber estelas en el cielo«, casualmente, en la primavera, cuando suceden las alergias. Y, según ella, estas se han agravado y convertido en «gripazos» que solo se quitan con antihistamínicos que valen dos euros cada pastilla.
Además, afirmó que «todo el mundo tiene derecho a plantear sus observaciones sin que le etiqueten de paleto».
