Publicado: septiembre 7, 2025, 6:07 pm
En la Escuela Primaria N°701 “Aeronáutica Argentina” de Moreno, al oeste del conurbano bonaerense, los preparativos para la jornada de elecciones legislativas de la Provincia de Buenos Aires empezaron temprano. A las 6 de la mañana, efectivos de la Policía Federal y empleados del Correo Argentino ya estaban en el centro educativo para adultos y adolescentes ubicado a pocas cuadras de la Estación Moreno del ferrocarril Sarmiento para acondicionar las aulas y repartir las viandas de comida para los fiscales.
Tal vez por eso, sumado a que todas las fuerzas políticas presentaron apoderados, cerca de las ocho de la mañana prácticamente no había cola en ninguna de las mesas. “Tres personas se acercaron por ahora”, dijo a LA NACION un fiscal de mesa, con un mate en la mano, franqueado por un busto de San Martín.
O quizá estuviera relacionado con un cambio imprevisto: “Vine tempranito para después ir a misa, pero como me cambiaron la mesa tardé un poco más. Yo vivo como a dos kilómetros de acá”, explicó a LA NACION una señora que acababa de emitir su voto. “No hay mucha gente por ahora, pero ojalá vengan a votar los jóvenes más que nada”, dijo una mujer que la acompañaba.
El partido de Moreno es parte de la primera sección electoral, que se extiende entre el oeste y el norte del Gran Buenos Aires, y está marcada por fuertes contrastes en la forma de vida de sus habitantes. Desde barrios privados y colegios ingleses hasta barrios populares ocupadas por el narcotráfico y calles de tierra, pasando por una clase media que ya no es lo que era. La primera sección es la más poblada, con más de cinco millones de electores, y aquí se eligen elige ocho senadores provinciales.
Esta mañana, en el patio vacío de la N°701 bromeaban los fiscales sobre la larga jornada de deber cívico que les esperaba. Mientras, sentados en un banco en la puerta del establecimiento, dos jóvenes esperaban a que un familiar saliera de votar mientras conversaban con la policía.
En la escuela primaria N°60 “Eva Perón”, a menos de cuatro cuadras del Club Atlético Villa Ángela, donde se realizó el cierre de campaña de LLA del que participó el presidente Javier Milei, cerca de las 9:30 de la mañana el movimiento era otro, con colas y un promedio de concurrencia de 25 personas por mesa, según los fiscales.
En la esquina, unos puestos improvisados para la venta de comida buscaban aprovechar la circulación de quienes se acercaban a votar no solo en la “Eva Perón”, sino también en la Escuela Secundaria N°51 “Frida Kahlo” y en el Jardín de Infantes N°920 “Sonkoy Mishky”, todos ubicados sobre la Plaza Villa Ángela, en Trujui, también parte de Moreno.
En el escenario de fachadas blancas con bases celestes y rejas bajas también se habían presentado todos los fiscales a horario, pero la apertura de las mesas se había demorado unos minutos por ser la primera vez de muchos de los apoderados.
“Al principio es más complicado porque nunca lo hicieron, se hacen medio lío, pero después van bien”, dijo a LA NACION Víctor, al que presentaron como “el encargado de organizar la votación en la escuela”. Según él, esa inexperiencia también demoraba los ingresos a los cuartos oscuros y la devolución posterior de los DNI.
El sistema para organizar las colas no era exactamente igual que en otros centros de votación. Unos bancos de escuela con los números de las mesas servían de primer parada para armar las filas, desde las que otras dos personas distribuían a las mesas de los fiscales.
Uno de ellos, al ser preguntado por LA NACION por el acto del que participó el Presidente a pocas cuadras el miércoles, dijo que no lo había presenciado porque no era de la zona.
“Mucho ruido de helicóptero todo el tiempo, pero nada más”, dijo del acto uno de los apoderados de mesa que sí vive cerca del Club Villa Ángela, pero no parecía dispuesto a hacer más referencia al tema. “A mi la política no me gusta”, aclaró mientras fiscalizaba.
Espert, custodiado
Ya en la zona norte de la primera sección electoral, el Colegio de la Santa Cruz de San Isidro, o “Holy Cross”, recibía los comicios frente a unas canchas de tenis que parecían ajenas al evento. Esperaba, además, para emitir el voto el actual diputado nacional libertario José Luis Espert, quien se acercó a su mesa cerca de las 11 de la mañana.
Cubierto por unos biombos de cartón y custodiado por miembros de la Prefectura Naval Argentina y personal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, el aliado de Milei ejerció su derecho al voto rodeado de cámaras y periodistas en un gazebo adherido al edificio principal. Al lado, un chico corría en el pasto entre los dos arcos de la cancha de fútbol del colegio, vestido íntegramente con el conjunto del Fútbol Club Barcelona.
Una vez fuera del cuarto oscuro, Espert dedicó unas palabras a la prensa en las que destacó el valor de la democracia, “que tanto nos costó conseguir”, e insistió en la importancia de ejercer el deber cívico.
“Este es un día especial para mi, porque yo voté por primera vez a los 21 años, cuando volvió la democracia, y esta es la vez número 21 que voto, así que coincide”, dijo Espert, que será candidato en las elecciones para diputados nacionales del 26 de octubre.
Espert aseguró que planeaba esperar los resultados de las elecciones en La Plata, en un lugar a definir, pero no especificó si el Presidente iba a estar presente. Antes de retirarse, una mujer le pidió una foto con su bebé. “Para el futuro de mi hijo”, dijo mientras otra arengaba al candidato “a no aflojar”.