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El tour por las locaciones del Holocausto que se ven en Un dolor real, nominada a dos premios Oscar

Publicado: febrero 8, 2025, 5:00 am

Benji, el personaje de Kieran Culkin, lleva en su mochila poca ropa, pero mucha carga emocional. El viaje hacia la profundidad de sus ancestros lo encara junto a su primo, interpretado por el mismo Jesse Eisenberg. Ambos bordean los 40 años y están en Polonia cumpliendo el deseo de su abuela que, antes de morir, les pagó el pasaje para que mapeen este terreno tan propio como ajeno: están en la tierra de los milagros de quienes sobrevivieron al Holocausto y de las millones de vidas que sucumbieron al horror.

El reencuentro arranca en el aeropuerto J.F. Kennedy de Nueva York. Desde allí vuelan a la terminal internacional que celebra al compositor polaco Fréderic Chopin, en Varsovia, para emprender un viaje a la memoria emotiva donde cruzarán puentes, atravesarán campos de concentración, comprarán recuerdos en ferias y se mojarán los pies en plazas emblemáticas.

Entre las primeras paradas, el Monumento al Alzamiento dedicado a los combatientes judíos que se levantaron contra los nazis durante el Alzamiento de Varsovia de 1944. Está ubicado en la Plaza Krasiński, del distrito Śródmieście, y se lo reconoce como el más importante de la posguerra de esa ciudad. De hecho es uno de los puntos turísticos más visitados desde 1989, año de su inauguración. Las figuras representan a soldados en posición de combate y escapando de un edificio al borde del derrumbe. Además, uno de los soldados saliendo de una alcantarilla: durante la Segunda Guerra Mundial la mayor parte de los miembros de la resistencia polaca se desplazaban a través del sistema de alcantarillado de la ciudad. También, el monumento a los Héroes del Gueto, una estructura de 11 metros de alto que fue construido en 1948 con antiguos materiales de monumentos nazis. Se ubica en la zona que formaba parte del Gueto de Varsovia, donde se dio el primer enfrentamiento armado del levantamiento.

El antiguo cementerio judío de Lublin, otras de las locaciones de la película candidata al Oscar.

La siguiente parada tiene como escenario la Plaza Grzybów, que también fue parte del gueto, donde hoy se levanta el nuevo Teatro Judío. Su forma triangular en pleno centro de la ciudad se remonta a principios del siglo XVII cuando solo funcionaba como cruce de caminos para llegar al castillo de Ujazdów y al casco antiguo. Luego, se instaló allí un mercado, después vino el ayuntamiento y una cárcel que fue demolida.

A la luz de las estrellas, y desde la terraza del Hotel Victoria, los primos que protagonizan esta road movie mantienen uno de los diálogos más emotivos. La construcción es típica de los ‘70 y el hotel se construyó donde antes se levantaba el Palacio Kronenberg, que se incendió en 1939. Una placa en el lobby del actual hotel conmemora a Leopold Kronenberg, el empresario judío que lideró la sublevación polaca contra el imperio ruso en 1863.

Monumento al Alzamiento dedicado a los combatientes judíos que se levantaron contra los nazis durante el Alzamiento de Varsovia de 1944. Está ubicado en la Plaza Krasiński.

El guión de Jesse Eisenberg contempla un viaje en tren desde Varsovia a Lublin, que atraviesa campos y paisajes rurales. “Está inspirado en mi propia historia”, dijo el actor, director y productor del filme que ya se alzó con el premio al Mejor Guión en el festival Sundance de 2024. Así, una de las escenas más emotivas, sin dudas, ocurre durante la visita al campo de concentración de Majdanek. El piano de Chopin refuerza los planos cargados de luces y sombras, con detalles de los hornos y las cámaras de gas. Estas escenas se rodaron con los permisos necesarios y reflejan el horror de los crematorios, entre otros sitios, a apenas 3 kilómetros del corazón de Lublin, un dato que también se menciona en los diálogos. Fue el segundo campo nacionalsocialista más grande de este tipo en Europa, después de Auschwitz, que fue evacuado en 1944 por el Ejército Rojo.

La ruta del recuerdo atraviesa la emblemática Puerta de Grodzka, un paso a la Ciudad Judía, una suerte de frontera que separaba dos mundos que lleva al Castillo de Lublin al antiguo barrio judío de la ciudad.Sinagoga Nożyk: se trata de la única sinagoga que resistió los tiempos del Holocausto.

Jessie Eisenberg (actor, guionista y productor de Un dolor real) comentó que “las escenas de este campo de concentración no se vieron en ninguna película sobre el Holocausto. Pero mi propia familia proviene de aquí. Todo el rodaje se hizo con total respeto”, dijo en una entrevista.

El antiguo cementerio judío, donde las lápidas están rodeadas de una tupida vegetación por donde se cuelan los rayos del sol, es otro de los momentos más sensibles. Sobre todo para Benji, el personaje que intepreta Kieran Culkin, que le valió el Globo de Oro 2025. Allí, frente a la gran muralla del siglo XVII y entre lápidas semi destruidas, los personajes se detienen frente a la tumba más antigua de Polonia, la de Jakub Kopelman, sepultado en 1541.

El guión de Jesse Eisenberg (actor y director) contempla un viaje en tren desde Varsovia a Lublin, que atraviesa campos y paisajes rurales. “Está inspirado en mi propia historia”, dijo.

La ruta del recuerdo atraviesa la emblemática Puerta de Grodzka, un paso a la Ciudad Judía, una suerte de frontera que separaba dos mundos que lleva al Castillo de Lublin al antiguo barrio judío de la ciudad. Este arco que quedó en pie fue parte de las murallas de defensa de la ciudad, donde aún se lee 1785, el año de su edificación.

La trama de la película es una excusa para sumergirse en un circuito por el pasado y el presente de estas ciudades que fueron testigos de heridas imborrables, que aún siguen abiertas.

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