Publicado: septiembre 5, 2025, 6:10 pm
Desde su primera convocatoria a la selección, en tiempos de Diego Maradona, Nicolás Otamendi se mantuvo siempre en un segundo plano, pero su constancia, carácter y liderazgo silencioso lo consolidaron como un pilar dentro y fuera de la cancha. Formó parte de la llamada “generación plateada”, aquella que perdió varias finales consecutivas antes de encontrar la gloria en la Copa América 2021, y logró ganarse su lugar sin necesidad de ser el centro de atención. A sus 37 años, el defensor confirmó que el partido de este jueves con Venezuela fue su último por eliminatorias en Argentina, y dejó entrever que su ciclo en la selección se acerca a su fin. Gladiador de mil batallas y referente silencioso de un equipo que atraviesa un recambio en puestos clave, Otamendi supo reinventarse junto al equipo y se convirtió en un puntal de los grandes éxitos recientes del seleccionado.
No es el jugador más venerado ni el más carismático, pero terminó dejando su huella en la historia de la selección argentina. Bicampeón de América y campeón del mundo en Qatar 2022, es el quinto con más presencias: 126 partidos, 14 en Mundiales, 27 en Copas América, 51 en eliminatorias y 35 amistosos, con siete goles. Solo lo superan Lionel Messi, Javier Mascherano, Ángel Di María y Javier Zanetti. En el camino, superó a nombres como Roberto Ayala, Diego Simeone, Sergio Agüero, Oscar Ruggeri, Sergio Romero y hasta el propio Maradona. Tal vez no recibió muchas ovaciones, pero sí mucho reconocimiento. Y gran parte de esa valoración llegó con su resurgimiento futbolístico bajo la dirección técnica de Lionel Scaloni. En junio, luego del empate ante Colombia, la AFA lo homenajeó por sus 140 partidos con la celeste y blanca. La cifra no era exacta -lo hubiera dejado a solo un partido del récord de Zanetti-, pero su trayectoria va mucho más allá de la cantidad de encuentros jugados.
“Ha sido mi último partido oficial, si no hay otro, en Argentina. Desde que llegué, la idea era disfrutarlo sabiendo que me acompañaría mi familia y que estaría en un estadio repleto de gente”, contó Otamendi tras la victoria ante Venezuela. Fiel a su perfil bajo, anunció su adiós sin robarle protagonismo a Messi, aunque nada hubiese opacado la noche mágica del rosarino. No es amigo íntimo del capitán, pero fue uno de sus principales laderos: compartieron 16 de los 21 años del astro en la selección. Su rol siempre fue secundario, discreto, pero nunca menos importante.
Su camino en la selección estuvo marcado por altos y bajos. Debutó con Maradona, quien incluso lo probó de lateral derecho en aquella fatídica tarde ante Alemania en 2010, cuando Argentina cayó 4-0 y Otamendi quedó marcado por un tiempo. Con Sergio Batista tuvo pocas oportunidades, aunque su etapa más difícil llegó con Sabella: casi no fue convocado y quedó fuera del Mundial 2014. Recuperó terreno con Martino, se consolidó como titular en las Copas América de ese ciclo y luego mantuvo la titularidad con Bauza, Sampaoli y Scaloni, pese a un pequeño bache en la Copa América 2024, cuando Lisandro Martínez le ganó el puesto en algunos partidos. En esa Copa, al momento de levantar el trofeo, Messi no dudó: convocó a Di María y a Otamendi, representantes de la vieja guardia, para compartir la celebración.
Pese a ser un histórico, aceptó el rótulo de complemento ideal para Cristian Romero, el central favorito del público, sin que se le cayeran los anillos… ni los títulos. Hoy, como parte del recambio generacional, aparecen Leonardo Balerdi, capitán del Olympique de Marsella, y Juan Foyth, quien en los últimos tiempos actuó más como lateral que como central. Facundo Medina y Marcos Senesi -citado en 2024- completan la lista de posibles candidatos para ocupar el puesto de segundo marcador central, en el que Otamendi se sostuvo durante años. No es un puesto donde sobren las variantes. De hecho, ante la suspensión de Cuti, Scaloni no descartó llamar a otro defensor.
Como Messi, Otamendi seguirá vistiendo la camiseta argentina. Aunque decidió no continuar más allá del Mundial, jugará en Guayaquil y, salvo imprevistos, continuará en el equipo hasta el Mundial de 2026, donde deberá revalidar su titularidad. Ante Venezuela no necesitó exigirse: el rival apenas atacó y Argentina se impuso por jerarquía, sin mayores esfuerzos.
¡GOL DE ARGENTINA🇦🇷! Nicolás Otamendi y un cabezazo que pone la ventaja sobre Brasil🇧🇷 en el Maracaná. Lo disfrutás EN VIVO por @TyCSports y https://t.co/mVyzpv6IWZ acá👉 https://t.co/ZiS8C5TN0b#EliminatoriasEnTyCSports⚽ pic.twitter.com/RPlTYTpu6o
— TyC Sports Play (@TyCSportsPlay) November 22, 2023
En estas eliminatorias, sumó goles a su juego sólido y aguerrido. Es el cuarto artillero argentino detrás de Messi, Julián Álvarez y Lautaro Martínez (cuatro cada uno). Sus tantos, además, valieron puntos decisivos: 1-0 a Paraguay en el Monumental, 1-0 a Brasil en el Maracaná —la primera victoria oficial de Argentina en ese estadio— y el 1-1 ante Venezuela en Maturín, en un campo complicado, que dejó al equipo puntero al cierre de la primera rueda. Frente a Paraguay, se vio un gesto que reflejó su liderazgo y su respeto por los rangos: cuando ingresó a los siete minutos del segundo tiempo, Otamendi le ofreció la cinta de capitán. Messi la rechazó, pero Ota se la colocó él mismo.
De a poco, la etapa de Otamendi en la selección empieza a cerrarse. Un jugador que no necesitó grandes discursos ni ovaciones para dejar su marca, que estuvo en los peores y mejores momentos, y que siempre se hizo respetar. Su nombre ya forma parte de la historia de la selección, aunque aún quede por delante el desafío más importante.