Tras una mañana cargada de alegatos finales en una sala repleta, el jurado popular se encuentra reunido para definir la condena a Martín del Río (50), acusado de matar a sus padres el 24 de agosto de 2022 en una casona de Vicente López.
La última audiencia estaba prevista para las 11.00, pero finalmente comenzó pasado el mediodía de este viernes. El fiscal Alejandro Musso, que está acompañado por Marcela Semería y Gastón Larramendi, estuvo alrededor de 50 minutos repasando todas las pruebas que se exhibieron durante las anteriores jornadas de la semana.
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Del Río, vestido con la misma chomba roja que utilizó el miércoles, escuchó a Musso sentado con sus abogados defensores, casi que no emitió sonido. Solo en un momento se limitó a decirle unas breves palabras al oído a su defensor.
Musso, en tanto, aseguró que el acusado “dio por muertos a sus padres” luego del llamado que recibió de “Nina” Aquino, la empleada doméstica acusada injustamente.
Esto tiene que ver con que la mujer, que estuvo 13 días detenida al comienzo de la investigación, encontró los cadáveres de Enrique y Mercedes en el garaje de la casa. Y lo primero que hizo fue llamar al sospechoso, que no se mostró preocupado en esos audios que recibió por WhatsApp.
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“Pareciera que no estaba esperando ese llamado”, señaló Musso, y apuntó: “Sabía que estaban muertos porque los había matado él”.
Por su parte, el abogado querellante de Diego del Río, Marcelo D’Angelo, le hizo un pedido al jurado popular: “Queremos que lo declaren responsable”.
“Martín perdió la magia hace rato”, consideró D’Angelo. El acusado atinó a levantar levemente las cejas ante ese comentario.
Tras los alegatos finales de la fiscalía, tomó la palabra la defensa del sospechoso, que estuvo encabezada por el abogado Gastón Salomón. “Lo que se hizo con Martín fue un fusilamiento. Todos pasaron diciendo que el de las cámaras de seguridad era él”, sostuvo al comienzo de su testimonio.
Al mismo tiempo, cargó contra la fiscalía por las pruebas presentadas sobre fotos de capturas de video, argumentando que algunas estaban hechas con inteligencia artificial: “Es una ciencia en desarrollo, por favor les pido que tengan en cuenta esto”.
La última en tomar la palabra fue la otra defensora, Mónica Chirivín. “Acá no hubo ningún móvil del crimen”, remarcó. “No podemos decir que Martín es el asesino porque hay una huella en la casa, es el hijo”, señaló. También hizo un paralelismo con otros rastros que había en la escena, pero pertenecían a Diego y eran de hace seis meses antes del doble crimen.
La letrada argumentó que, desde el primer día, “quisieron ubicar a Martín en la escena del hecho”.
En total, 21 testigos declararon durante todas las audiencias, entre quienes se destacaban la exmujer del sospechoso, Cecilia Sánchez; la empleada doméstica del matrimonio asesinado, “Niña” Aquino; y el hermano del acusado, Diego del Río.