El director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, ha constatado este viernes que Irán continúa enriqueciendo uranio a niveles próximos a la fabricación de armas nucleares. Por ello, ha insistido en la necesidad de redoblar los esfuerzos diplomáticos o, de lo contrario, «será un desastre para todos».
«Es muy preocupante», ha indicado Grossi durante una conferencia en Bahréin. En su intervención, ha recordado que las nuevas centrifugadoras avanzadas instaladas por Irán tienen el potencial de aumentar la capacidad de producción hasta ocho veces con bastante rapidez.
La agencia nuclear conexa de Naciones Unidas informó el mes pasado de que había logrado una promesa incondicional de Irán relativa a frenar el enriquecimiento. Esta medida fue vista como un posible avance en las relaciones diplomáticas con el país sobre sus actividades atómicas.
Sin embargo, esos esfuerzos por reducir las tensiones sufrieron un revés pocos días después. Los países europeos y EEUU aprobaron una polémica resolución del OIEA que censuraba a Irán y amenazaba con enviar al país de vuelta al Consejo de Seguridad de la ONU para sanciones.
Irán, que siempre ha dicho que su programa de desarrollo nuclear tiene fines energéticos, comenzó a enriquecer uranio hasta niveles del 60% en 2021. Ese material podría actualizarse rápidamente al 90%, que se utiliza normalmente en las armas nucleares, lo que provoca preocupación en Europa y EEUU.
El país tiene material suficiente para completar varias ojivas, si su gobierno toma la decisión política de avanzar hacia las armas nucleares. «Tenemos que tomar la vía diplomática», ha remachado Grossi, «o, de lo contrario, será un desastre para todos».
«Todas las partes deben renovar sus esfuerzos para desactivar pacíficamente las tensiones en torno al programa nuclear de Irán, que han estado latentes durante más de dos décadas», ha manifestado Grossi durante su comparecencia.