ROMA.- A días de haber inaugurado el Jubileo de 2025, en su último mensaje del año el papa Francisco volvió a explicar el significado de este megaevento eclesial que atraerá a Roma a más de 30 millones de peregrinos hasta el 6 de enero de 2026 y recordó que “la esperanza de un mundo fraterno no es una ideología, no es un sistema económico, no es el progreso tecnológico”, sino es Jesús.
“El lema del Jubileo, ‘peregrinos de esperanza’ es rico en significados según las diversas perspectivas, que son como diversas vías de peregrinaje. Uno de estos grandes caminos de esperanza sobre el que caminar es la fraternidad: es el camino que propuse en la encíclica Fratelli tutti”, dijo el Pontífice, al presidir en la Basílica de San Pedro la tradicional ceremonia de las vísperas y el Te Deum de agradecimiento de fin de año.
“Sí, la esperanza del mundo está en la fraternidad”, agregó, al resaltar que en los meses pasados la ciudad de Roma tuvo muchísimas obras para prepararse a recibir “hombres y mujeres de todo el mundo, católicos y cristianos de las demás confesiones, creyentes de cada religión, buscadores de verdad, de libertad, de justicia y de paz, todos peregrinos de esperanza y de fraternidad”.
El papa Francisco, de 88 años y vestido con paramentos blancos y dorados, se preguntó luego si esta perspectiva de esperanza y fraternidad tenía algún fundamento: “¿la esperanza de una humanidad fraterna es sólo un eslogan retórico o tiene una base ‘rocosa’ sobre la que poder construir algo estable y duradero?”.
“La respuesta nos la da la Santa Madre de Dios mostrándonos a Jesús. La esperanza de un mundo fraterno no es una ideología, no es un sistema económico, no es el progreso tecnológico. No. La esperanza de un mundo fraterno es Él, el Hijo encarnado, enviado por el Padre para que todos podamos volvernos lo que somos, es decir, hijos del Padre que está en los cielos y por ende hermanos y hermanas entre nosotros”, subrayó.
Con el alcalde de Roma, Roberto Gualteri, que lo escuchaba en primera fila, en su último sermón del año, Francisco agradeció su labor y la de su equipo por las obras y demás trabajos de limpieza y restauración puestas a punto en la capital para el Jubileo.
“Mientras admiramos con gratitud los resultados de las obras realizadas en la ciudad, tomemos conciencia de la obra decisiva, que nos involucra a todos, que es la de comprometernos todos los días a vivir como hermanos y hermanas de nuestro prójimo, como peregrinos de paz y esperanza, en la vía de la fraternidad”, afirmó luego. “Que el Señor nos bendiga, nos perdone nuestros pecados y nos dé la fuerza a todos para seguir adelante en nuestro peregrinaje el año próximo”, concluyó, finalmente.
Finalizada la ceremonia -en la que hubo cánticos de la Capilla Sixtina y participaron cardenales, obispos y centenares de fieles-, el papa Francisco, abrigado con un sobretodo blanco, fue en silla de ruedas a ver el enorme pesebre y árbol de Navidad levantados en la Plaza de San Pedro, ocasión en la que fue vivado por los presentes. Una banda de guardias suizos deleitó entonces a la multitud con cánticos navideños.
@Pontifex_es fue a visitar el pesebre y el árbol de Navidad de la Plaza San Pedro después de presidir el Te Deum de fin de Año pic.twitter.com/HYF8c0HH7u
— Elisabetta Piqué (@bettapique) December 31, 2024
Este miércoles, cuando se celebra la Jornada Mundial de la Paz, el Papa presidirá una santa misa solemne por el primer día del año en la Basílica de San Pedro a las 10 (las 6 en la Argentina) y luego, a las 12, la tradicional oración mariana del Angelus.