Los dos líderes de la décima edición de la Vendée Globe, Charlie Dalin y Sébastien Simon, han doblado el cabo Leeuwin . A bordo de su MACIF Santé Prévoyance, Dalin lo hizo este lunes por la tarde tras 29 días, 2 horas, 10 minutos y 58 segundos de regata desde la salida de la vuelta al mundo en Les Sables d’Olonne el pasado 10 de noviembre. Y tras 9 días, 22 horas y 27 minutos desde que doblara el cabo de Buena Esperanza, lo que supone un nuevo récord para el Índico más veloz . Hasta ahora, el navegante francés Michel Desjoyeaux era quien ostentaba el récord del tramo Buena Esperanza – Leeuwin, fijado en el año 2008 con una marca de 10 días, 7 horas y 37 minutos. Dalin ha sido 9 horas y 10 minutos más rápido que Desjoyeaux hace 16 años . Unas 11 horas y 12 minutos después de Dalin, Sébastien Simon también cruzaba la longitud del cabo Leeuwin, en la madrugada de este martes. Algo más de 180 millas separan a los dos cabecillas, los únicos que hasta ahora han dejado el océano Índico. Un Índico que en esta décima edición de la vuelta al mundo en solitario y sin escalas se ha mostrado particularmente difícil , con un tren de grandes depresiones encadenadas que empuja de forma veloz a los IMOCA 60 hacia el Este, pero que también obliga a tomar precauciones para evitar roturas… que no siempre se pueden esquivar. Precisamente Sébastien Simon se ha visto afectado por una de estas roturas , que en principio podría ser bastante grave. Durante la tarde del pasado sábado, mientras navegaba en el Índico Sur, Simon avisó a su equipo de que su foil de estribor acababa de romperse. El patrón del Groupe Dubreuil navegaba de noche en el 49°S, entre las islas Kerguelen y el sur de Australia, en condiciones difíciles pero manejables (25 nudos del noroeste y 5 metros de oleaje del oeste), cuando « de repente el barco se puso a dar tumbos «. Inmediatamente se dispuso a aflojar las velas para enderezar el barco, pero se dio cuenta de inmediato de que ya no respondía de la misma manera. Tras una primera inspección de su barco por la noche que confirmó la ausencia de daños colaterales, Sébastien Simon hizo una revisión más a fondo durante la mañana. « Es realmente muy duro de aceptar, pero es parte del juego, es un deporte mecánico . Ahora se trata de mantener la concentración y divertirse», aseguró el patrón francés, que dijo continuar con la misma determinación que ha demostrado desde la salida de la vuelta al mundo. En estos momentos aventaja en algo más de 150 millas al tercer clasificado, Yoann Richomme, quien en los últimos días se ha ido acercando, desde que Simon navega sin foil de estribor . Si Dalin y Simon ya navegan en el Pacífico, los últimos competidores acaban de abandonar el Atlántico Sur, con una diferencia de más de 5.000 millas náuticas entre la cabeza y la cola de la flota cuando se cumple el primer mes de regata. A pesar de las duras condiciones y del ritmo frenético, solo se han producido dos abandonos hasta el momento en la flota de 40 participantes , los de Maxime Sorel (VandB – Monbana – Mayenne) y Louis Burton (Bureau Vallée), lo que pone de relieve los avances realizados en términos de fiabilidad de los barcos y la eficacia del programa de clasificación reforzado. A modo de comparación, en 2020, tras un mes de regata, se lamentaban ya cinco abandonos de 33 barcos. En 2016, también cinco abandonos de 29 participantes, y en 2012 siete abandonos de 20 barcos.