Publicado: mayo 16, 2025, 3:41 pm
El hombre que apuñaló al escritor británico Salman Rushdie durante un evento literario en agosto de 2022 ha sido condenado este viernes a 25 años de cárcel y cinco de libertad vigilada por intento de asesinato con cuchillo, que causó graves heridas a la víctima. El ataque de Hadi Matar, de 27 años, provocó que el autor perdiera su ojo derecho y parte de la motricidad de una mano.
El juez David Foley, del Tribunal del Condado de Chautaqua (estado de Nueva York), ha impuesto así la máxima pena que pedía la Fiscalía y ha castigado a Matar con otros siete años de cárcel más tres de libertad vigilada por agresión en segundo grado contra el moderador que acompañaba a Rushdie en aquel momento. Las sentencias deben cumplirse simultáneamente porque las víctimas resultaron heridas en el mismo incidente, han aclarado los fiscales. Es decir, solo cumplirá 25 años.
Matar acabó condenado por un tribunal de Nueva York a principios de este año por intento de asesinato y asalto. El joven, residente en Fairview, Nueva Jersey, se declaró no culpable de intento de asesinato y agresión tras ser imputado por la Fiscalía del condado neoyorquino de Chautauqua.
El fiscal de distrito del condado de Chautauqua, Jason Schmidt, ha descrito el ataque como un acto «deliberado», ya que el escritor recibió hasta 15 puñaladas en el cuerpo durante 27 segundos. El propio Rushdie testificó ante la corte la pasada semana el «shock» que sintió en el escenario cuando el joven, vestido de negro, se le acercó con un cuchillo.
El joven fue detenido instantes después de atacar por la espalda a Rushdie y desde entonces ha permanecido en prisión. El escritor, que pasó 17 días hospitalizado en estado grave, sobrevivió al ataque, pero acabó ciego de un ojo, con daños en el hígado y parálisis en una de sus manos por el daño causado con la hoja.
El atacante llama a Rushdie «hipócrita»
El joven condenado ha tomado este viernes la palabra poco antes de escuchar la sentencia para llamar a Rushdie «hipócrita», según han relatado los medios presentes en la sala. Matar ha pedido hablar para hacer una declaración sobre la libertad de expresión, y ha sido entonces cuando llamó hipócrita al escritor, que no asistió a esta sesión. «Salman Rushdie quiere faltar al respeto a los demás (…) Quiere acosar a los demás y no estoy de acuerdo con eso», ha señalado Matar.
Tras pronunciarse la condena, el abogado de oficio de Matar, Nathaniel Barone, se ha mostrado «decepcionado» porque según él el joven no había tratado de asesinar al escritor, como lo demostraba el hecho de que usó un puñal y no un revólver o una bomba, o que los órganos vitales de Rushdie no resultaran afectados. «Lo que uno espera en cualquier caso, especialmente en un caso como el del señor Matar, es que el sistema funcione para ti», ha dicho.
Asimismo, Barone ha esgrimido que el «alto perfil» de Rushdie vició un juicio en el que el jurado no pudo mantenerse imparcial. «Desde entonces, durante los últimos dos años, este caso ha sido un foco de publicidad internacional todos los días», ha declarado.
Dos años y nueve meses después del intento de asesinato y tras un juicio que se prolongó más de dos semanas, poco se sabe de la personalidad de este joven, que cuenta con doble nacionalidad estadounidense y libanesa, y que solo ha concedido una entrevista al tabloide New York Post. Fue en esa única ocasión cuando Matar reconoció que pasó algunas horas viendo «sermones» de predicadores islámicos en el sótano de su casa a través de YouTube antes de perpetrar infructuosamente el asesinato de Rushdie.
Así, una visita a su familia en Líbano y un puñado de vídeos bastaron a Hadi Matar para que en 2022, cuando solo tenía 24 años, se convenciese de que debía asesinar al escritor Salman Rushdie, quien había sorteado amenazas durante décadas. Sobre él recaía la sospecha de que simpatizaba en redes sociales con la Guardia Revolucionaria de Irán, país que declaró en 1989 una ‘fatua’ para matar al escritor por su libro Los Versos Satánicos, publicado un año antes y considerado en la república islámica un acto de herejía.