Publicado: junio 23, 2025, 7:06 am
La tensión aumenta en Oriente Próximo con la escalada en los ataques entre Israel e Irán, a la que este fin de semana se sumó Estados Unidos tras bombardear instalaciones nucleares iraníes. Aunque a priori el objetivo estadounidense es eliminar el programa nuclear de Teherán, el propio presidente de EEUU, Donald Trump, habla ya abiertamente sobre la posibilidad de un cambio de régimen en Irán, ampliamente deseado por la opoaición irani. En ese sentido, la figura de Reza Ciro Pahlaví, el hijo del último sha de Irán derrocado por la Revolución Islámica en 1979, se ha presentado en los últimos días como candidato a ser una figura de consenso para una «transición» tras la caída del régimen de los ayatolás. Y para ilustrar su ejemplo, ha puesto de ejemplo a España.
El heredero del sha, exiliado en EEUU desde el derrocamiento de su padre y figura clave de la oposición iraní en el exilio, citó expresamente la Transición Española en la década de los 70 y el papel de Juan Carlos I en el proceso político en un mensaje dirigido a los iraníes desde Washington: «La Transición española a la democracia sigue siendo uno de los casos más exitosos de cambio pacífico en la historia, y ofrece valiosas lecciones para el futuro de Irán», ha explicado en un discurso recogido por el diario ABC. «La transición iraní será, por supuesto, única, pero la experiencia española demuestra que una transformación democrática es posible cuando existe un compromiso compartido con los valores democráticos y con la reconciliación nacional», ha destacado Pahlavi.
Pahlavi, que ha subrayado que el «final de la República Islámica es irreversible», ve en el caso español un ejemplo a seguir para lo que vendría después de la caída del régimen teocrático, y equipara su hipotético papel al del rey Juan Carlos I como «facilitador» del proceso: «Al igual que Juan Carlos, que eligió ser una figura de unidad y no de división, yo veo mi papel como facilitador de una transición que reúna a todos los iraníes».
El hijo del sha subrayó que la idea no es restaurar la monarquía ni una forma concreta de Estado, sino pilotar una fórmula en la que sean los ciudadanos iraníes quienes decidan su futuro bajo «un sistema secular y democrático donde la soberanía pertenezca al pueblo», a lo que añadió que deberá ser un referendum libre lo que, en cualquier caso, decida la forma de Estado de Irán.
Irán, durante la mayor parte del siglo XX, gobernado por el Sha Reza Pahlevi, fue un Estado laico, modernizado (gracias al petróleo) y occidentalizado en apariencia, mientras la desigualdad, el autoritarismo, la represión y la corrupción hacían germinar la semilla de la revolución. En 1979, la Revolución Islámica liderada por el ayatolá Jomeini, un influente líder del Islam chií exiliado, instauró un régimen autoritario, conservador y basado en la sharia que identificó en Occidente, y especialmente a Israel y a Estados Unidos, como sus enemigos existenciales. Profundamente antisionista, el régimen de los ayatolás ha impulsado desde entonces milicias islámicas, como Hamás o Hezbolá, convirtiéndose en la gran amenaza para Israel en Oriente Próximo.
