El exministro de Defensa surcoreano Kim Yong-hyun ha intentado quitarse la vida en el centro de detención de Seúl donde se encuentra preso acusado de insurrección por su participación en la declaración de la ley marcial la semana pasada.
Tras el fallido intento de suicidio, Kim, considerado una pieza clave del plan para decretar el estado de excepción en el país asiático, se encuentra ahora en una celda especial y su vida no corre peligro, según portavoces del centro de detención.
«Se produjo un incidente en el que (Kim) desistió en el momento en el que nos apresuramos a entrar en su celda», ha explicado el comisionado general del Servicio Correccional de Corea, Shin Yong-hae, en declaraciones que recoge la agencia Yonhap.
Kim, que había sido detenido de urgencia el fin de semana, fue arrestado formalmente este miércoles al ser acusado de insurrección por asistir al presidente a la hora de declarar la ley marcial.
Kim cambió de teléfono y eliminó conversaciones en la aplicación Telegram tras el estado de excepción. Ahora los fiscales lo acusan de insurrección y abuso de poder para obstruir el ejercicio de derechos básicos en las seis horas en que la ley marcial estuvo vigente entre el martes y el miércoles de la semana pasada.
Kim ha sido ya interrogado tres veces en relación a la declaración de ley marcial y ha afirmado durante su deposición que considera que sus acciones no fueron nunca ilegales ni inconstitucionales.
Con el arresto formal de Kim se cree que la investigación en torno al presidente, al que se investiga también por insurrección y al que se ha prohibido salir del país, puede verse acelerada.