Desde que estrenó su primera temporada en octubre 2020, Emily in Paris es un éxito. La serie protagonizada por Lily Collins supo ubicarse en el Top Ten del catálogo de Netflix ganando nuevos fanáticos en todo el mundo frente a cada estreno. Mientras los seguidores celebran una nueva entrega, uno de sus protagonistas no estaría muy contento con el rumbo que ha tomado la historia y, especialmente, el personaje que interpreta.
Se trata de Lucas Bravo, quien en la ficción interpreta al chef francés Gabriel. Si bien en la primera temporada comenzó siendo el interés amoroso de la protagonista, con el correr de las entregas su papel pasó a un segundo plano, ya que tuvo que disputarse su amor con otros galanes como fue el caso de Lucien Laviscount (Alfie) o, recientemente, Eugenio Franceschini (Marcelo), que entró en esta última parte para conquistar a Emily y llevársela a Roma.
Mientras la cuarta temporada termina con una Emily instalándose en la capital italiana, Gabriel queda desconsolado en la ciudad del amor. “Me gustaría que recuperara un poco de estilo”, dijo el actor en una reciente entrevista con Le Figaro. Y si bien admitió que la serie es un buen entretenimiento, confesó que la relación intermitente de su personaje se volvió un poco arcaica. “No quiero ser parte de un engranaje que tiende a no considerar la inteligencia de los espectadores”, lanzó tomando por sorpresa no sólo a los fanáticos sino también a sus compañeros de elenco.
Tras revelar que la historia ya no lo estimula y que está considerando si ser parte o no de la quinta temporada, Bravo volvió a hablar del tema en una entrevista con IndieWire. “El chef sexy fue una parte muy importante en la primera temporada y nos distanciamos temporada tras temporada por las decisiones que toma y por la dirección que le hacen tomar. Nunca he estado tan lejos de él”, se sinceró mientras advertía que no es divertido ver a un personaje que ama tanto “convertirse en una persona completamente diferente”.
“Me hace cuestionarme si quiero ser parte de la quinta temporada porque mi contrato termina en la cuarta. Realmente quiero ver si Gabriel vuelve a ser divertido, descarado, juguetón y vivo, porque tres temporadas interpretando a un personaje melancólico, triste, deprimido y perdido ya no es divertido”, opinó algo molesto.
Si bien ha intentado aportar diferentes matices a su papel, el actor aseguró que no tuvo mucha libertad en el set. “No podemos cambiar ni una palabra ni una emoción. Ellos saben lo que quieren y nosotros solo tenemos que obedecer”, se quejó públicamente. Y enseguida intentó entender la actitud de los guionistas: “Probablemente se están aferrando a algo que tuvo tanto éxito que ahora se preocupan mucho de no cambiar la receta y mantenerla como estaba”, reflexionó.
Luego de cuestionar la “falta de riesgo” por parte de los showrunners, Bravo aclaró que todavía siente mucho amor por la serie y que sus dichos tienen que ver con querer la mejor versión de ella. “No voy a mentir, me ha frustrado la dirección que está tomando mi personaje pero veremos qué pasa. El programa no ha terminado”, remató esperanzado.
La reacción de sus compañeros
Sus dichos inmediatamente llegaron a oídos de sus compañeros quienes, al parecer, se sintieron un tanto ofendidos. “Todo el mundo está muy molesto por los comentarios que hizo”, le dijo una fuente cercana a US Weekly este miércoles. “Habrá mucha tensión en el set si el actor decide regresar para la quinta temporada”, agregó, dando a entender que sus colegas están muy enojados.
Tras advertir que “la ficción continuará con o sin Lucas”, este allegado a la producción le bajo el precio a sus declaraciones: “El espectáculo es Emily in Paris, no Gabriel en París”, aclaró.
Además de Lily Collins y Lucas Bravo, Ashley Park, Lucien Laviscount, Camille Razat, Philippine Leroy-Beaulieu y Eugenio Franceschini son parte de esta historia que, en septiembre, renovó para una quinta temporada.