Publicado: agosto 7, 2025, 5:25 pm
No será en una cancha sino en el Juzgado de Primera Instancia de Barcelona donde el Baloncesto Sevilla dispute el partido más importante de su historia. El que lo liga a su supervivencia, nada menos, ya que la posibilidad de jugar o no la ACB está estrechamente conectada con la viabilidad de la sociedad. Hasta ese punto ha llegado el verano de la entidad hispalense, desde julio de 2024 bajo la propiedad del Grupo Hereda , que a las 10.00 horas de este viernes está citada en el reseñado juzgado de la Ciudad Condal para la vista por la petición de cautelares solicitadas en la demanda interpuesta contra la ACB por su resolución del pasado 24 de julio en la que negaba el acceso del club sevillano dado que, según detallaba en un comunicado, no cumplía «los requisitos imprescindibles» y no había efectuado, «tal y como acredita el informe del auditor externo, el pago en plazo del valor de participación». Cerrado el proceso de inscripción en la ACB, abierto hasta el 15 de julio para el Baloncesto Sevilla, la asamblea general de la patronal dictó sentencia nueve días más tarde admitiendo al San Pablo Burgos , el otro equipo que ascendió deportivamente en la temporada 2024-25, y rechazando la solicitud sevillana por los motivos señalados el 24 de julio. Negada la admisión, la entidad, que está presidida por Pedro Fernández y es por tanto responsable de esta situación, acudió a la justicia ordinaria para defender sus derechos y hacer valer el ascenso deportivo conquistado en las pistas y la Final Four de Madrid los días 7 y 8 de junio. Con tal fin, solicitó cautelares contra la decisión de la ACB y por la vía de urgencia , es decir, sin audiencia de la parte demandada, pues entendía que se reunían las circunstancias para ello dado que el tiempo apremia, la pretemporada está a punto de comenzar y el peligro que corre el Baloncesto Sevilla es más que evidente al no estar inscrito a estas alturas en ninguna competición. De hecho, el club, a efectos deportivos, está parado cuando casi todas las plantillas están ya completas, o casi, a falta de dos meses para el comienzo de la ACB 2025-2026. Finalmente, sin embargo, se celebrará audiencia con la comparecencia de las dos partes , que expondrán sus argumentos. En cualquier caso, puede que haya veredicto mañana mismo ante la urgencia del caso. Al contrario de la resolución de la ACB, el Baloncesto Sevilla defenderá que cumplimentó en tiempo y forma con toda la documentación exigida en las bases estatutarias, incluido el abono del valor de participación , que asciende a unos 663.000 euros, IVA incluido. La ACB comunicaba el 24 de julio que el club no había pagado a tiempo y desde el Baloncesto Sevilla, siempre con Pedro Fernández a la cabeza, alegan lo contrario, que la orden de pago o resguardo acreditativo se emitió, como piden las bases. Y que si hubo una partida que se ingresó en la cuenta de la ACB el 16 de julio no fue por culpa del emisor, en este caso la entidad hispalense, que vivió unas ultimas horas, antes del cierre del plazo, frenéticas, entre las correcciones a la auditoría y la emisión de las transferencias con las cantidades correspondientes al canon mientras desde Madrid y Granada, pasadas las diez de la noche, saltaba sorprendentemente la noticia, con el proceso aún abierto, de que la plaza ACB volaba de Sevilla a la ciudad nazarí al no haber cumplido Hereda. Pasaron nueve días hasta que la Asamblea General de la ACB dijo ‘no’ oficialmente al Baloncesto Sevilla, cursando de inmediato la solicitud al Covirán Granada, y cuatro más hasta la presentación de la demanda (28 de julio) en un juzgado de Barcelona. Amén del abono del canon, el informe de la ACB que denegaba la inscripción incidía en otros aspectos, como la falta de documentación presentada por el club o las supuestas deudas contraídas con jugadores (no contractuales) de hace algunas temporadas (2022-23) que a la entidad no les consta. Tras el rechazo de la ACB, el Baloncesto Sevilla dispuso de una bola extra: inscribirse en la Primera FEB como tabla de salvación, en el caso de recibir un revés en los juzgados, para competir en alguna categoría permutando así la plaza con el Covirán Granada, cuyo descenso fue revocado. Sin embargo, el club sevillano renunció a esa vía de escape , tras un problema con el aval, incluso cuando la FEB le habilitó 48 extras para presentar la documentación completa. Así que se la jugó al todo o nada de las cautelares. Sorprendió que ningún otro equipo, en detrimento del CB Morón y el Baloncesto Sevilla, cumplimentara los requisitos para no dejar la Primera FEB con sólo 17, pero así fue, nadie lo hizo, tampoco el Baloncesto Sevilla, al conocer su máximo dirigente que en la segunda categoría, como en el curso 2024-25, no dispondría de apoyos financieros de las instituciones públicas. La entidad radicada en el pabellón San Pablo, a la que tanto en la ACB como en los juzgados mencionan como Real Betis Baloncesto SAD , está viviendo algunas de las semanas más difíciles de sus 38 años de existencia. Muy duras. Incluso más que aquellas del verano de 2016, antes de la entrada del Betis. Un calvario. Para seguir funcionando y pensar en planificar la temporada próxima, aunque sea a prisa y corriendo, necesita las medidas cautelares. En caso contrario, la disolución parece lamentablemente el único camino, como ha reconocido el propio Pedro Fernández esta misma semana, con lo que ello significa: fin a una historia de casi 40 años, algunos de ellos muy exitosos ( dos subcampeonatos ligueros, uno de la Copa del Rey y otro de la Eurocup ), con entrenadores célebres en el banquillo de San Pablo, jugadores que pasaron de Sevilla a la NBA (Porzingis) y un sinfín de partidos, muchísimos en ACB, de una entidad emblemática que desagraciadamente se haya en la cuerda floja. Desde que se conociera el dictamen del 24 de julio, no ha habido pronunciamiento de las instituciones sobre la situación del club. Todo ello configura un panorama incierto y amenazante que tiene a sus empleados con las carnes abiertas, angustiados y sufriendo por sus trabajos, pero también por su club (su casa, en la que se han desarrollado profesionalmente) desde hace semanas. Aunque haya gente que ya no lo reconozca como tal, especialmente desde que fuera integrado en la estructura del Real Betis, la continuidad del club al que todos los sevillanos llamaban hace no tanto (muchos lo siguen haciendo aún) ‘el Caja’ (Caja San Fernando, Cajasol, Banca Cívica, Baloncesto Sevilla, Betis Baloncesto…) corre serio riesgo. Este viernes tiene seguramente el partido más importante de su vida. Y no en las pistas, sino en un juzgado de Barcelona.