Un estudio del Instituto Salk ha identificado un nuevo protagonista en el desarrollo de la aterosclerosis, causa frecuente de las enfermedades cardiovasculares: los esfingolípidos, un tipo de lípido que, al igual que el colesterol, contribuye a la formación de placas arteriales y aumenta el riesgo de eventos graves como accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Publicado en ‘ Cell Metabolism ‘, este hallazgo abre nuevas posibilidades terapéuticas para combatir estas afecciones. Durante años, las grasas trans se han relacionado con un mayor riesgo cardiovascular, pero la atención se ha centrado principalmente en su impacto en los niveles de colesterol. Sin embargo, este nuevo estudio destaca cómo estas grasas, procesadas por una enzima llamada SPT, son incorporadas a esfingolípidos en el hígado. Esto provoca una secreción excesiva de lipoproteínas dañinas (como las VLDL) al torrente sanguíneo, contribuyendo a la formación de placas ateroscleróticas. Los investigadores realizaron un experimento en ratones alimentados con dietas ricas en grasas trans o cis, pero bajas en colesterol. Los resultados mostraron que las grasas trans, a diferencia de las cis, favorecen la acumulación de esfingolípidos dañinos , lo que lleva a un aumento en las placas arteriales, hígados grasos y resistencia a la insulina. Por el contrario, las grasas cis, presentes en alimentos naturales como el pescado o las nueces, generaron efectos menos nocivos, limitados a un aumento de peso a corto plazo. La investigación se centró en la enzima SPT, clave en la síntesis de esfingolípidos a partir de grasas y aminoácidos como la serina. Al inhibir esta enzima en modelos animales, los científicos lograron reducir significativamente la formación de placas ateroscleróticas inducidas por grasas trans, señalando a SPT como un objetivo crucial para futuros tratamientos. «La grasa de nuestra dieta tiene un impacto profundo en nuestra salud, y ahora entendemos mejor cómo el metabolismo de los esfingolípidos contribuye al riesgo cardiovascular», explica el profesor Christian Metallo , líder del estudio. «Nuestros hallazgos pueden conducir a nuevas terapias que vayan más allá de las estatinas tradicionales, abriendo caminos hacia una medicina más personalizada y efectiva». A pesar de los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud para eliminar las grasas trans de los alimentos, casi 4 mil millones de personas seguirán expuestas a sus efectos nocivos en 2024 debido al incumplimiento de las mejores prácticas. Este estudio subraya la importancia de nuevas estrategias para combatir las enfermedades cardiovasculares en personas que aún están en riesgo. El equipo también planea investigar una subunidad específica de la enzima SPT, sospechosa de expulsar selectivamente lípidos peligrosos del hígado. Este enfoque podría llevar al desarrollo de medicamentos innovadores capaces de prevenir y tratar la ECVA sin depender exclusivamente del control del colesterol. Con estos avances, los investigadores esperan transformar el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, ofreciendo alternativas libres de colesterol y dirigidas al metabolismo de los esfingolípidos. Estos hallazgos representan un paso crucial hacia terapias más efectivas y adaptadas a las necesidades de cada individuo.