Publicado: abril 12, 2025, 9:47 am
El enviado de Donald Trump a Kiev, el general Keith Kellogg, ha planteado un escenario de posguerra en Ucrania que recuerda a tiempos pasados. Según ha planteado Kellogg en una entrevista en The Times, Ucrania podría dividirse «casi como Berlín tras la Segunda Guerra Mundial» como parte de un acuerdo de paz. Las declaraciones llegan en plena visita de otro emisario de Trump, Steve Witkoff, con el mandatario ruso, Vladimir Putin, para tratar de avanzar en la resolución de un conflicto que a Donald Trump se le alarga más de lo que quisiera. Sin ir más lejos, este viernes urgía a Rusia a «ponerse en marcha» para avanzar en el fin de la guerra, pero Moscú todavía parece resistirse a aceptar una tregua.
El plan sugerido por Kellogg apuntaría a que Ucrania podría dividirse en zonas de control, con tropas británicas y francesas como parte de una «fuerza aliada» en el oeste y fuerzas de Moscú en el este. Entre ellas se situarían fuerzas ucranianas y una zona desmilitarizada, pero Estados Unidos no aportaría fuerzas terrestres, según afirmó.
«Casi se podría asemejar a lo que ocurrió con Berlín después de la Segunda Guerra Mundial, cuando había una zona rusa, una zona francesa y una zona británica«, explicó Kellogg.
Según el enviado de Trump, esta fuerza —liderada por un combinado franco-británico— podría desplegarse al oeste del río Dniéper —que divide Ucrania en dos de norte a sur— y cree que «no sería en absoluto» una provocación para Moscú, al entender que el territorio ucraniano es lo suficientemente grande como para albergar a un despliegue internacional para reforzar un posible alto el fuego.
Asimismo, Kellogg ha planteado la posibilidad de crear una zona desmilitarizada, obligando a cada bando a retroceder 15 kilómetros de sus líneas en el frente. «Sería una zona de exclusión bastante fácil de supervisar. ¿Habría violaciones del alto el fuego? Sí. Siempre las hay, pero sería fácil de controlar», ha valorado.
Estas declaraciones coinciden en plenas negociaciones entre el emisario especial de EE UU, Steve Witkoff, con el presidente ruso, Vladimir Putin, en San Petersburgo. Poco se conoce sobre los detalles de la reunión que ambos mantuvieron este viernes, que Moscú ha valorado como «productiva», pero de la que sigue sin haber avances, algo que enfada a Donald Trump, tal y como ha reconocido la propia Casa Blanca.
De hecho, poco antes del inicio de este encuentro, Trump llamaba a Rusia a dar pasos para poner fin a las hostilidades en Ucrania. «Rusia tiene que moverse. Demasiada gente está MURIENDO, miles a la semana, en esta guerra terrible y sin sentido. Una guerra que no debería haber pasado nunca, que no hubiese ocurrido de haber sido presidente», aseguró el presidente estadounidense en la red Truth Social.
Esta falta de avances en las negociaciones de paz están frustrando a Trump, según ha admitido su portavoz en la Casa Blanca, Karoline Leavitt. «El presidente ha sido muy claro al manifestar su continua frustración con ambos bandos en este conflicto y desea ver el fin de la guerra», recalcó.