Publicado: marzo 15, 2025, 6:00 am
Mientras Estados Unidos intenta combatir la gripe aviar —que se ha extendido por granjas de medio país y ha puesto los huevos a precio de oro—, ahora también se enfrenta al sarampión. Un brote de esta enfermedad en Texas y Nuevo México supera ya los 250 casos: dos personas no vacunadas han muerto. El brote surge cuando un conocido antivacunas, Robert F. Kennedy, acaba de ponerse al frente del «ministerio» de Sanidad.
En Texas, el Departamento Estatal de Servicios de Salud (DSHS) ha confirmado un brote de sarampión en las regiones de South Plains y Panhandle. «Se han identificado 223 casos desde finales de enero. 29 de los pacientes han sido hospitalizados», aseguran sus responsables. Ya ha habido una víctima mortal: un niño en edad escolar que vivía en la zona del brote.
Texas y Nuevo México
«El niño no estaba vacunado y no padecía ninguna enfermedad subyacente conocida», afirma el DSHS de Texas. Su muerte ha tenido lugar en un momento en que las tasas de inmunización han disminuido en todo el país. Decenas de niños están siendo trasladados a centros de salud para recibir la vacuna contra el sarampión.
La tasa de vacunación entre los niños del curso 2023-24 fue en Texas del 94,3%, justo por debajo del objetivo del 95% que las agencias federales establecieron para prevenir epidemias, informa la CNN. Pero alrededor de la mitad de todos los distritos escolares del estado tienen una cobertura menor: casi una cuarta parte tiene una tasa de vacunación inferior al 90% y en una docena de escuelas no se llega al 50%. La del área de Fort Worth tiene la tasa más baja de Texas: sólo el 14% recibieron la vacuna.
Decenas de niños están siendo trasladados a centros de salud para recibir la vacuna
La semana pasada, Nuevo México informó de su primera muerte relacionada con el sarampión, la de un adulto. Sus responsables sanitarios anunciaron esta semana tres nuevos casos, con lo que el total del estado asciende a 33. El brote se ha extendido desde el condado de Lea, vecino de las comunidades del oeste de Texas en el epicentro del brote, hasta incluir un caso en el condado de Eddy.
Más Estados afectados
Otro estado, Oklahoma, podría ser el siguiente. Su departamento de salud informó el martes de dos casos probables de sarampión y aseguró que están «asociados» con los brotes del oeste de Texas y Nuevo México.
Además, se han notificado casos en Alaska, California, Florida, Georgia, Kentucky, Maryland, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania, Rhode Island y Vermont. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU se puede hablar de brote cuando se han dado tres o más casos relacionados. Así que, de momento, sólo se puede hablar propiamente de brote en Texas y Nuevo México.
Tasas bajas de vacunación
El sarampión es una infección vírica muy contagiosa que puede causar enfermedades potencialmente mortales a cualquiera que no esté vacunado. Debido a la naturaleza altamente contagiosa de esta enfermedad, «es probable que se produzcan más casos en la zona del brote y en las comunidades circundantes», reconocen las autoridades sanitarias.
Es probable que se produzcan más casos en la zona del brote y en las comunidades circundantes»
La mejor manera de evitar el sarampión es vacunarse contra el sarampión, las paperas y la rubéola. Es un hecho constatado que la propagación de estos brotes se da especialmente en comunidades con bajas tasas de vacunación.
Para el sarampión, en EEUU, la primera vacuna se recomienda a los niños de 12 a 15 meses, y la segunda a los de 4 a 6 años. En España, el calendario vacunal incluye dos dosis: la primera a los 12 meses, con vacuna triple vírica, y la segunda a los 3-4 años con vacuna triple o cuádruple vírica.
Un antivacunas al frente de la Sanidad
El brote de, por ahora, Texas y Nuevo México llega cuando acaba de estrenarse como máximo responsable de la Sanidad del país Robert F. Kennedy, un conocido antivacunas. ¿Qué ha dicho el Secretario de Salud y Servicios Humanos del Gobierno de Donald Trump al conocer la reaparición del sarampión?
La vacuna no [protege de por vida]. Es eficaz para algunas personas de por vida, pero para muchas personas, disminuye»
Por un lado, ha animado a la vacunación: «La gente debería poder tomar esa decisión por sí misma. Y lo que tenemos que hacer es darles la mejor información y animarles a vacunarse». Pero por otro, ha adornado su discurso con declaraciones más bien engañosas sobre la inmunidad inducida por la vacuna. Según Kennedy, los brotes de sarampión podrían deberse en parte a personas que han perdido la inmunidad a la vacuna.
«Cuando usted y yo éramos niños, todo el mundo tenía sarampión, y el sarampión le daba … protección de por vida contra la infección por sarampión. La vacuna no hace eso. La vacuna es eficaz para algunas personas de por vida, pero para muchas personas, disminuye», dijo el Secretario de Salud en una entrevista con Fox News.
En esa línea, Kennedy afirmó: «Algunos años tenemos cientos de brotes. … Y, en parte, se debe a que hay personas que no se vacunan, pero también a que la propia vacuna disminuye. La vacuna disminuye un 4,5% al año».
Kennedy también ha sido criticado por hacer algunas declaraciones en las que da menos prioridad a la vacuna y recomienda contra la enfermedad tomar vitamina A y D, aceite de hígado de bacalao (que es rico en esas vitaminas) y el antibiótico claritomicina.
El brote nace de personas no vacunadas
La comunidad científica ha intentando contrarrestar con evidencia las creencias de Kennedy. En un artículo de CNN, varios médicos han explicado que la sola ingesta de vitamina A y D no es efectiva contra el sarampión. Es una medida que se recomienda en países en los que la población tiene carencia de ellas debido a su deficiente nutrición.
En el caso de la claritomicina, señalan que puede prevenir infecciones bacterianas asociadas al sarampión, pero la evidencia en ese sentido es limitada.
Sobre la inmunidad, el doctor Michael Mina, director científico de la empresa de telesalud eMed y experto en enfermedades infecciosas, ha recordado lo evidente, que el brote se debe principalmente a personas no vacunadas. «Incluso aquellos que puedan tener una inmunidad menguante no transmitirán grandes cantidades de virus», le ha dicho a CNN.
Por su parte, Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia, ha explicado a HealthDay que si la inmunidad inducida por la vacuna disminuyera significativamente, el sarampión no se habría declarado eliminado en EEUU en el año 2000.
Desde entonces, el país ha registrado una media de unos 179 casos al año. Este es el quinto año desde entonces en el que se superan los 100 casos y el tercero en el que se superan los 200. Hubo brotes importantes en 2014 (relacionado con Disneylandia) y 2019 (un brote de casi un año en Nueva York).
Los riesgos de la inmunidad natural
Kennedy se muestra partidario de la inmunidad natural, adquirida cuando alguien contrae el sarampión. Es cierto que las personas que se infectaron naturalmente tienen inmunidad, pero no sin graves riesgos.
Una de cada cinco personas no vacunadas con sarampión será hospitalizada; 1 de cada 20 niños con sarampión desarrollará neumonía; y 1 de cada 1.000 niños con sarampión desarrollará encefalitis o inflamación del cerebro. Por eso la vacuna.
«El objetivo de una vacuna es inducir la inmunidad que es consecuencia de la infección natural sin pagar el precio de la infección natural«, explica el doctor Offit.