Publicado: abril 23, 2025, 7:59 am
Mientras cientos de fieles esperan desde primera hora de este miércoles en una larga fila para despedirse del papa Francisco, cuyo féretro ha sido trasladado a la basílica de San Pedro del Vaticano, el diario italiano Il Corriere della Sera ha publicado este miércoles una entrevista con el monseñor Tino Scotti, jefe de la Primera Sección de la Secretaría de Estado. Tras 31 años en el Vaticano, Scotti tuvo una estrecha relación con el pontífice, a quien acompañó durante ocho años cuando este decidió irse a vivir a la capilla de Santa Marta, donde ambos daban misa juntos.
El eclesiástico ha revelado algunos detalles de la forma de ser el papa Francisco en la intimidad. Por ejemplo, relata que al pontífice «le gustaba la broma, aunque a veces alguien se ofendiera».
Durante la charla con el citado medio, Scotti cuenta cómo al principio de la convivencia con el papa Francisco le resultaba embarazoso cruzárselo en el ascensor. «Luego aprendimos y decíamos ‘buenas noches, Santo Padre, ¿cómo está?’. Se había convertido en uno de nosotros, se preocupaba. A las 12.30 almorzaba con el personal, hablaba de todo, incluso de fútbol. Expresaba su opinión con gran franqueza«.
Preguntado por los defectos del pontífice, don Scotti apunta que le gustaba hacer chistes, algo que considera que «no se esperaba de un Papa».
«También era estricto, no dejaba pasar nada. En la misa, si veía a alguien distraído, decía ‘si no te interesa, vete’. Nunca le gustó la corte, hizo todo lo posible por destruirla y evitar cualquier cosa que oliera a sumisión», agrega Scotti.
El monseñor, considerado por la prensa italiana como un ‘compañero de piso’ del papa Francisco, explica que el pontífice pidió que a la misa de las siete de la mañana acudiera «gente ordinaria» y no gente «importantes» como recomendaban los cardenales. «Empezamos con el personal del Vaticano, tres mil personas que quizá llevaban años allí y nunca habían conocido a un Papa. Costó meses. Los saludaba a todos, uno por uno. Luego continuamos con las parroquias», ha recordado.
El féretro del papa Francisco ha sido llevado en procesión a hombros por los ‘sediarios’ pontificios y escoltado por la Guardia Suiza a la basílica de San Pedro, donde será colocado el Altar de la Confesión para que los fieles puedan darle el último adiós.
La ceremonia del traslado del féretro del papa Francisco, que falleció este lunes a los 88 años, de la capilla de Santa Marta, ha comenzado a las 9.00 horas desde la que fue su residencia, a la basílica de San Pedro. La procesión ha recorrido la plaza de Santa Marta y la plaza de los Protomartires Romanos y ha atravesado el Arco de las Campanas hasta salir a la plaza de San Pedro y ha entrado en la Basílica Vaticana por la puerta central.
El féretro ha estado precedido por los cardenales presentes en Roma mientras que detrás iban las personas que más cerca estuvieron del pontífice, sus secretarios y sus asistentes.