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Del palacio a la cárcel. La historia de la asesina que era asistente de Sarah Ferguson en Buckingham

Publicado: enero 5, 2025, 5:00 am

La historia de la serie The Lady tiene todos los condimentos de las producciones inglesas que atrapan al público capítulo a capítulo: un crimen, un homicida con cara de inocente y un miembro de la familia real involucrado en la trama. Sin embargo, no se trata de una ficción, sino de un drama de la vida real: el asesinato que cometió Jane Andrews, quien fuera la asistente personal de Sarah Ferguson, ex mujer del príncipe Andrés.

Andrews llega a los tribunales de Old Bailey para una audiencia por el asesinato de su novio, a quien primero golpeó con un bate de cricket mientras dormía y luego apuñaló en el pecho.

En 2000, Jane mató a su novio, Thomas Cressman (corredor de bolsa e hijo del expresidente del club de fútbol Aston Villa), poco después de que él se negara a casarse con ella. Furiosa, lo golpeó con un bate de cricket mientras él dormía en su casa de Londres y luego lo apuñaló varias veces en el pecho con un cuchillo de cocina. En busca de una coartada, abandonó el cadáver y huyó, pero fue encontrada días más tarde, juzgada y condenada a cadena perpetua en 2001. En 2009, increíblemente, escapó de la cárcel de East Sutton Park, aunque la policía logró recapturarla.

Thomas Cressman, el corredor de bolsa e hijo de un expresidente del club de fútbol Aston Villa a quien Andrews mató a sangre fría.

El caso policial es el puntapié de la serie The Lady que preparan los mismos productores de The Crown. Sin embargo, el crimen es sólo una parte de la historia, porque la vida anterior de Andrews también parece salida de una novela.

DE LA POBREZA A BUCKINGHAM

Andrews nació rodeada de privaciones. Sus padres –un carpintero y una trabajadora social– a menudo no tenían para comer, se llevaban mal y vivían en un pequeño departamento con baño exterior. En su adolescencia, a Jane se le sumarían otros problemas: ataques de pánico, depresión, un intento de suicidio a los 15 y un aborto a los 17.

Pese a todo, tenía ambición y la suerte por primera vez se puso de su lado en 1988 cuando, siendo una empleada rasa de la cadena inglesa de tiendas Marks & Spencer, vio un aviso en la revista femenina The Lady en el que buscaban una asistente personal. Jane se postuló sin saber quién era el responsable de la búsqueda y quedó seleccionada. Para su sorpresa, su lugar de trabajo sería nada menos que el palacio de Buckingham. Jane se tomó un taxi con el poco dinero que tenía y le dio una indicación al conductor que hizo que él la mirara con incredulidad por el espejo retrovisor: la joven de 21 años le dijo que se dirigía “a la puerta lateral del palacio”. Al llegar, no solo la recibieron amablemente, sino con un ramo de flores con una tarjeta de bienvenida firmada por Sarah Ferguson –aún casada con el príncipe Andrés–, como “Tu jefa”.

Desde que empezó a trabajar como su asistente, Andrews se volvió una incondicional de la duquesa de York y se obsesionó con ella a tal punto que se peinaba, se vestía y hablaba igual que Fergie.

A partir de entonces, Jane cumplió sus tareas con eficiencia, se volvió una incondicional de la duquesa de York y se obsesionó con ella a tal punto que se peinaba, se vestía y hablaba igual que Fergie, que por eso mismo apodó a su asistente “Lady Jane”. Sólo le faltaba un marido influyente, y también logró tenerlo: se casó con Christopher Dunn-Butler, un hombre 20 años mayor que ella que era ejecutivo de la empresa IBM. El matrimonio fracasó al mismo tiempo que el de su jefa, que inició su divorcio del hijo de la reina Isabel II.

El 24 de septiembre de 2003 fue llevada a la Corte, esposada, cuando apeló la condena a cadena perpetua por el homicidio de Thomas Cressman.

Separadas las dos de sus maridos, la relación entre ellas se volvió aún más simbiótica… hasta que en Buckingham se encendieron las alarmas. Lady Jane protagonizó un episodio violento con un novio con el que convivía en un departamento alquilado por Fergie: lo golpeó, rompió muebles y objetos e intentó suicidarse de una sobredosis. Poco después, sería despedida de su empleo en el palacio y todo iría barranca abajo porque, si bien apostó a tener una nueva vida cuando conoció a Cressman, la relación estaba lejos de ser idílica y terminó en tragedia.

En 2015 Jane salió de prisión beneficiada por una libertad condicional que violó en 2018 por una falta menor. En 2019, fue liberada nuevamente. Hoy tiene 57 años y vive en el anonimato. Al menos, por ahora, ya que la serie sobre su vida volverá a convertirla, a su pesar, en noticia.

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