Publicado: agosto 15, 2025, 12:13 pm
Ubicado en la Cuarta Sección, en Félix Bogado 401, este bodegón mendocino es un verdadero viaje al pasado. La mano experta de la histórica Doña Lola le otorga un aura mítica al lugar, donde cada plato confirma que la comida casera tiene un sabor único, imposible de reproducir en una cadena de comidas rápidas o en productos industrializados y congelados.
El Bodegón Don Coco se distingue por sus porciones generosas y su calidad inalterable. Entre sus especialidades más celebradas se encuentran las pastas caseras —ravioles, tallarines y lasaña—, la imponente tortilla de papas de 12 huevos y las enormes milanesas napolitanas. Y para cerrar la experiencia gastronómica, nada mejor que el infaltable flan casero, acompañado de dulce de leche y crema, sello inconfundible de la casa.

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La historia de don Coco y doña Lola
En 1971, José María Tissera Valdez, conocido por todos como Don Coco, dejó su General Alvear natal para instalarse en la ciudad de Mendoza con el sueño de progresar. Tras probar suerte con distintos emprendimientos, inauguró un local de metegoles, toda una novedad para la época, que rápidamente se convirtió en el punto de encuentro de los jóvenes del barrio.
Con el tiempo, sumó a la propuesta la cocina casera de su esposa, Doña Lola. Así nació un bodegón que, desde 1990, se mantiene como un ícono de la gastronomía familiar mendocina, reconocido por su calidez, tradición y sabor.
La célebre cocina de doña Lola abre de martes a domingo al mediodía, y de martes a domingo también en horario nocturno, ofreciendo siempre un pedacito de historia servido en cada plato.