Publicado: mayo 14, 2025, 6:11 pm
El gobierno porteño habilitó hoy la inscripción al primer centro TUMO de América Latina, que funcionará en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), situado en el barrio de Barracas. Desde el 7 de julio, abrirá sus puertas para quienes quieran participar de un sistema de aprendizaje no formal enfocado en tecnología y artes creativas. Basado en un modelo internacional creado en Armenia, promueve el autoaprendizaje y el trabajo por proyectos. Funcionará de lunes a sábado, con horarios flexibles, asistencia gratuita y a contraturno, como complemento a la educación escolar.
LA NACION recorrió las instalaciones junto al jefe de gobierno, Jorge Macri; la ministra de Educación de la ciudad, Mercedes Miguel, y el CEO de TUMO Buenos Aires, Pedro Moneda. Durante la visita, explicaron el funcionamiento del centro, los criterios de ingreso y la lógica de formación, que está focalizada en el interés personal de cada participante, sin evaluaciones tradicionales ni certificaciones formales. La convocatoria está abierta a toda la comunidad, con prioridad para estudiantes de escuelas públicas. El lugar tiene capacidad para entre 1500 y 1800 jóvenes por año.
“Este es un sistema que complementa a la educación formal, y funciona a contraturno. Acá vas a poder venir a la mañana o a la tarde, según el horario del chico. Se puede anotar a un taller o a los ocho que se ofrecerán. Lo único que se le exige es que no falte. Si falta, otro ocupa su lugar, porque son espacios muy valiosos, muy preciados, muy dedicados, que mucha gente quiere tener. No es para anotarse y después ver qué pasa, ir y venir. Por eso está la libertad de probar con algún taller, ver cómo se adapta, porque además sigue estudiando, juega al fútbol, al handball o hace otras actividades”, dijo Jorge Macri.
El sistema permite que cada estudiante defina su propio recorrido entre ocho áreas de conocimiento: animación, desarrollo de videojuegos, producción cinematográfica, música, diseño gráfico, modelado 3D, programación y robótica. La primera etapa se desarrolla en el espacio de autoaprendizaje, donde cada joven accede a una plataforma digital desde una computadora. Solo se puede avanzar desde los dispositivos del centro. No se requiere experiencia previa. A medida que completan los ejercicios digitales, se habilitan a participar en talleres presenciales con especialistas.
Moneda explicó a LA NACION que TUMO Buenos Aires se organiza en tres niveles. “El primero es el autoaprendizaje. Es el área en la que cada chico o chica se sienta solo o en grupo, según cómo se sienta más cómodo: si es más introvertido o necesita más concentración. Ahí empiezan a aprender sobre las disciplinas que eligieron. No estudian, aprenden. Esa etapa puede durar un mes o un año, cada uno avanza a su ritmo. Una vez que la completan, pasan a los talleres. Y el último nivel son los laboratorios intensivos, los learning labs, donde trabajan con expertos internacionales”.
El nombre TUMO proviene del apodo del famoso poeta armenio Hovannes Tumanyan, en reconocimiento de la relevancia de su obra para la cultura armenia y su legado educativo.
En la recorrida, LA NACION pudo ver el área principal del CMD reacondicionada con tecnología de última generación: 150 computadoras Apple, instrumentos musicales, consolas, 19 cámaras para producción audiovisual, diez televisores de 50 pulgadas y estaciones de trabajo adaptadas para personas con movilidad reducida. Además, habrá una sala de robótica, otra de música, un espacio para producción audiovisual, uno de videojuegos y cuatro áreas de formación simultánea. La zona central está equipada con sillones, gradas con almohadones, escritorios compartidos y los llamados “TUMObiles”, mesas móviles con ruedas donde cada joven puede conectarse y trabajar.
Mercedes Miguel destacó que el de Buenos Aires es el único centro TUMO del mundo que funciona bajo la órbita de un Ministerio de Educación: “Esto no pasa en ningún otro lugar. ¿Por qué lo hicimos dentro? Desde que asumimos, sabíamos que la ciudad de Buenos Aires siempre fue el faro para la República Argentina. Y esto es una innovación”.
Seguimiento
Cada joven tendrá un perfil digital que registra su recorrido dentro del centro: qué disciplinas eligió, qué avances logró en la plataforma de autoaprendizaje y en qué etapa se encuentra. No hay calificaciones ni evaluaciones tradicionales. El seguimiento se realiza de manera personalizada. Si un participante falta sin avisar, no se trata simplemente de una inasistencia: uno de los entrenadores se comunica directamente con la familia para entender qué ocurrió. “Y no es que el seguimiento sea si aprenden o no aprenden, es un seguimiento muy personal. Si alguno de los chicos falta porque le pasó algo y no avisó, ese entrenador llama a la familia, llama al chico y le pregunta: ¿qué te pasó?, ¿por qué no viniste?”, detalló Moneda a LA NACION.
Cuando las ausencias son justificadas, el proceso continúa con normalidad. Pero si el estudiante acumula faltas sin motivo, pierde su lugar en el centro y otro joven en lista de espera accede al cupo. La lógica responde a la demanda y al compromiso que exige el modelo. Los entrenadores, en este sistema, no están asignados a una disciplina específica como ocurre con los docentes tradicionales. Su tarea es acompañar a cada chico o chica durante todo el proceso. “Los entrenadores no se dedican a una materia, se dedican a sacar lo mejor de los chicos. Ese concepto de tutoría, de seguimiento, de entender qué le gusta a cada chico, es probablemente lo que más impacto también tiene”, agregó Jorge Macri.
El sistema no emite certificados ni diplomas. En cambio, cada participante construye un portafolio de trabajos reales, con productos concretos que puede presentar al momento de postularse a un empleo o continuar estudios. Según Moneda, “lo que interesa es que los chicos aprendan. No interesa cumplir 64 o 120 horas de cursada para llevarse un papelito. Muchos se llevan el papelito y el conocimiento se les va al día siguiente del examen. Acá el chico o la chica se lleva un trabajo como portfolio, y eso dice que aprendió”.
El equipo que lidera el centro TUMO Buenos Aires está actualmente en proceso de selección. Los talleristas no deben tener título docente, pero sí deben acreditar experiencia profesional en el área específica. Para el equipo de acompañamiento se buscan personas con afinidad con adolescentes y compromiso con su crecimiento personal. La búsqueda está activa en plataformas laborales. “Los líderes de taller tienen que ser especialistas. No necesariamente tienen que ser docentes. Tienen que comprobar que pueden usar las herramientas que usamos acá, que son las que se usan en el mundo real: herramientas de animación, música o videojuegos”, dijo Moneda.
La lógica del proyecto está orientada a acompañar trayectorias formativas desde la exploración de intereses. “El chico empieza a encontrarle sentido a para qué sirve estudiar. Es parte de lo que estamos tratando de hacer con nuestra Secundaria Aprende. El chico en secundario tiene que aprender a hacer preguntas y a entender para qué, más que seguir respondiendo las mismas preguntas todo el tiempo. Entonces esto le da un sentido. Vuelven a la escuela entusiasmados, habiendo encontrado algo que los apasiona”, afirmó Macri.
Inversión público-privada
En los espacios donde funcionarán los laboratorios de robótica y música, habrá consolas profesionales, teclados, bajos, guitarras Fender, una batería y paneles acústicos para producción de sonido. Todos los instrumentos fueron adquiridos con inversión público-privada.
El centro también habilitará días abiertos para que las familias puedan asistir y conocer el avance de los participantes. “Lo importante es que también TUMO hace días abiertos para la familia, como se hacen en las escuelas. Se los sienta en las gradas y se les muestra todo el avance”, agregó Mercedes Miguel.
Las experiencias internacionales muestran que el 97% de los egresados TUMO dominan herramientas de software, y más del 80% afirman que el programa los ayudó a insertarse laboralmente. En la actualidad, hay centros en Armenia, Portugal, Alemania, Francia, Suiza, Albania, Líbano, Japón, Ucrania y otros países. Buenos Aires es la primera ciudad de América Latina. Las próximas sedes estarán en Chacarita (calle Rodney) y en Núñez (Parque de Innovación), previstas para 2026.
Como se dijo, la inscripción abrió hoy –en la recta final de la campaña para las elecciones legislativas locales– a través del sitio oficial www.tumo.ar. Cada joven podrá elegir entre uno y ocho talleres, avanzar según su disponibilidad y combinar disciplinas.