Publicado: agosto 1, 2025, 3:12 am
El 20 de diciembre de 2024 tuvo lugar el atentado de Magdeburgo, capital del estado federado de Sajonia-Anhalt (Alemania), en el que murieron seis personas. Hubo cerca de 300 heridos. Muchos de ellos pasan estos meses intentando superar el trauma de aquel día. Ya tienen bastante. Y en esto reciben en su buzón una carta del autor del atentado.
La fiscalía de Naumburgo ha confirmado que el acusado de aquel ataque ha escrito a al menos cinco de las víctimas. Se trata del saudí Taleb Jawad Al Abdulmohsen, que se encuentra en prisión preventiva desde entonces. La pregunta es obvia e inmediata. Pero ¿cómo puede tener el autor del atentado la dirección postal de las personas que murieron o resultaron heridas?
En aquel atentado, ocurrido la noche del 20 de diciembre de 2024 en el mercado navideño de Magdeburgo, en el Alter Markt, Abdulmohsen entró a toda velocidad con un BMW alquilado y fue atropellando a la multitud. Como resultado, seis personas murieron y al menos 323 resultaron heridas. El hombre fue detenido de inmediato.
Abdulmohsen, un médico saudí de 50 años, llevaba algunos años viviendo en Alemania. En teoría, era hostil al islam y simpatizante de la extrema derecha alemana. Según el gobierno federal, el suyo fue un ataque deliberado.
«Saludos amistosos», desde la cárcel
Taleb lleva desde noviembre, desde el ataque, en una prisión de Berlín. Desde allí decidió escribir a algunas de las víctimas. El diario Magdeburger Volksstimme ha podido leer una de esas cartas. En ella, Abdulmohsen pide perdón a la víctima, pero al mismo tiempo hace declaraciones y acusaciones sobre solicitantes de asilo saudíes que presuntamente habían sido amenazados de muerte. Antes de perpetrar su ataque, este hombre ya había hecho declaraciones similares en las redes sociales.
En esas cartas, el autor del atentado solicita visitas o respuestas por carta a las víctimas o a sus representantes (les pide que incluyan un sobre con franqueo prepagado). Finalmente, se despide con el formal Mit freundlichen Grüßen («saludos amistosos»). Pero «ninguno de los afectados está interesado en una disculpa», asegura una persona que atiende estos meses como consejero para enfrentar el duelo y el shock.
Nos quedamos impactados al volver de vacaciones y encontrar la carta en nuestro buzón… ¿Cómo puede un asesino obtener las direcciones de los supervivientes?»
«Al principio no lo podíamos creer», declaró a ese periodico local uno de los destinatarios. La carta les ha evocado horribles recuerdos de la noche del ataque. «Nos quedamos impactados al volver de vacaciones y encontrar la carta en nuestro buzón», declaró otro destinatario a la emisora regional MDR. Y se preguntó: «¿Cómo puede un asesino obtener las direcciones de los supervivientes?».
En Alemania, por ley, el poder judicial no puede retener este tipo de cartas, les debe dar salida. Pero, las direcciones postales, ¿de dónde las obtuvo Abdulmohsen? Resulta que en ese país, los sospechosos en prisión preventiva tienen derechos especiales y, por lo tanto, acceso a información relevante, informa el Magdeburger Volksstimme. Por ejemplo, las direcciones de los testigos solo se ocultan si hay pruebas concretas de que podrían estar bajo presión.
De modo que se sospecha que las direcciones de las víctimas provienen de los expedientes de la investigación. «Debemos verificar si las cartas pudieron haber sido retenidas», declaró la diputada regional Kerstin Godenrath, quien dirige la investigación parlamentaria estatal sobre el ataque.
Cuenta Der Spiegel que las misivas iban dentro de un sobre sellado aparte con una advertencia sobre su contenido. Al parecer, informa este semanario, la fiscalía estuvo monitoreando el correo de Abdulmohsen, pero quería que fueran los destinatarios quienes decidieran por sí mismos si leían o no las cartas.
Cambiar la ley para que no vuelva a ocurrir
El Defensor del Pueblo para los Derechos de las Víctimas del gobierno alemán, Roland Weber, afirmó a la agencia DPA que la ley debería modificarse para restringir el intercambio de ese tipo de información (las direcciones postales). Si bien la situación legal actual es comprensible, «hemos ignorado por completo la protección de las víctimas», declaró Weber.
Y así va a ser. Un portavoz de la fiscalía de Naumburgo aseguró que su política va a cambiar. Si Abdulmohsen tiene intención de enviar más correspondencia, «retendremos estas cartas e informaremos a las víctimas (por teléfono) de que les ha escrito», explicó. De modo que se contactará con antelación a los destinatarios para que decidan si desean recibir las cartas o no.
Para la organización nacional de asistencia a las víctimas, Weißer Ring, las cartas que han llegado a casa de algunas de las víctimas del atentado de Magdeburgo son una violación del domicilio. «Pone a las víctimas a merced del agresor», declaró su directora general, Bianca Biwer. Según ella, muchos sospechosos de delitos esperan que este tipo de contacto pueda servir para reducir sus condenas porque demuestran arrepentimiento.