Publicado: mayo 4, 2025, 6:02 am
Enterrado el Papa Francisco tras un multitudinario funeral celebrado este sábado, la mente ya está puesta en el futuro más inmediato de la Iglesia católica. Tras dos reuniones mantenidas este lunes, los cardenales decidieron que el cónclave para elegir al sucesor del pontífice argentino comience el próximo 7 de mayo.
Las de este lunes fueron la quinta y sexta congregación general de purpurados desde el fallecimiento de Francisco, por lo que a lo largo de una semana han tenido oportunidad de discutir ciertos aspectos de la sucesión.
Estos primeros acercamientos, según la Iglesia española, ayudarán a que el cónclave no se alargue demasiado. César García Magán, secretario general de la Conferencia Episcopal, expresó este domingo en declaraciones a RTVE que no cree «que sea un cónclave enorme, largo, de una semana, de cinco o seis días como ha pasado a lo largo de la historia de la Iglesia», ya que considera que en los tiempos actuales la comunicación entre cardenales es mucho mayor que antes.
Con todo, los debates decisivos se esperan a lo largo de estos días, cuando se prevé que todos los cardenales estén Roma, condición ineludible y lógica para que se inicie el cónclave, del que puede salir un Papa continuista, a la medida de Francisco, o uno que ponga freno a sus reformas.
El 80% de los cardenales, nombrados por Francisco
Durante sus 12 años de papado Francisco se ha esmerado en reorganizar una Curia con menor presencia italiana y compuesto de cardenales más afines a su visión de la Iglesia. Aunque no puede decirse que todos la compartan en la misma intensidad, lo cierto es que ocho de cada diez purpurados que participan en el cónclave fueron nombrados por el argentino (108), frente a los 21 nombrados por Benedicto XVI y los 4 de Juan Pablo II.
Los cardenales capacitados para votar (aquellos menores de 80 años) son un total de 135, pero dos ya han alegado motivos de salud para no participar: el cardenal arzobispo de Sarajevo (Bosnia), Vinko Puljić, y el cardenal arzobispo emérito de Valencia, Antonio Cañizares.
De esta manera, los purpurados que votarán son 133, frente a los 115 que lo hicieron en el cónclave del que salió elegido Francisco. Como un candidato necesita dos tercios para ser elegido, en esta ocasión deberá recibir 89 votos.
Por grupos de edad, solo 15 cardenales tiene menos de 60 años. El más joven es el ucraniano Mykola Bychok, obispo en la ciudad australiana de Melbourne, de 45 años. Por otro lado, 45 tienen entre 60 y 70 años y la mayoría (73) tienen entre 71 y 80. El de más edad es el español Carlos Osoro Sierra, de 79 años y cardenal arzobispo emérito de Madrid.
Asimismo, el continente más representado en el cónclave es Europa, con 49 cardenales, seguido de América, con 37; Asia, con 24; África, con 19, y Oceanía, con 4.
Despejada la incógnita de Becciu
Uno de los primeros puntos a tratar en la quinta congregación general de cardenales que se celebró este lunes fue la cuestión de la participación o no de Angelo Becciu, a quien Francisco quitó los privilegios de purpurado por su implicación en un escándalo financiero porque el que fue condenado a cinco años y seis meses de cárcel.
A pesar de que él ha insistido en varias ocasiones en que conserva las prerrogativas de entrar en el cónclave, este martes anunció que no participará en el cónclave. «Teniendo en cuenta el bien de la Iglesia, a la que he servido y seguiré sirviendo con fidelidad y amor, y para contribuir a la comunión y serenidad del cónclave, he decidido obedecer, como siempre he hecho, la voluntad del Papa Francisco de no entrar en el cónclave, aunque sigo convencido de mi inocencia», declaró en un comunicado.
Las corrientes de la Curia
Por mucho que desde la Iglesia repitan que esta no se trate de una institución ideologizada, es innegable que la Curia está compuesta por cardenales con diferentes planes y visiones.
Los diplomáticos
Los diplomáticos miran hacia el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. Son cardenales de la Curia que en estos años han podido conocer bien al número dos, o aquellos que han pasado por el cuerpo diplomático o exnuncios. Para ellos, Parolin sería el candidato ideal, porque se le considera moderado e incluso capaz de poner orden en situaciones complicadas.
Los estadounidenses
Son 14 cardenales los que provienen de Estados Unidos, pero aunque podrían formar un grupo único están fuertemente divididos. Algunos se sitúan frente con Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, muy activo en redes sociales y que se ha mostrado en contra de la política migratoria de Donald Trump.
Otros apuestan por el moderado y reservado cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, una de las grandes apuestas del Papa Francisco, que lo designó responsable de los obispos de todo el mundo y de su comisión para Latinoamérica.
Los moderados
Un grupo podría apostar por la continuidad de la experiencia del Sínodo (órgano de debate de la Iglesia), apoyando así al cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, o a Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y relator general del último Sínodo sobre la Sinodalidad.
En este puno también emerge Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat: español, con pasaporte sudamericano, cardenal en África y defensor del diálogo interreligioso con el Islam.
Los conservadores
También los conservadores, aquellos que han criticado más o menos abiertamente el pontificado de Francisco, están divididos entre aquellos más ultras como el africano Robert Sarah o el estadounidense Leo Burke, que es muy difícil que sean elegidos, pero podrían ser los llamados ‘hacedores de reyes’ del grupo más ultraconservador.
Entre ellos se encuentra asimismo el cardenal alemán Gehrard Ludwig Müller, que la semana pasada pidió revertir los cambios de Francisco y rezar «para que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales, porque un Papa hereje que cambia cada día dependiendo de lo que dicen los medios de comunicación sería catastrófico».
Los conservadores optarían por el cardenal Wilhelm Eijk, arzobispo de Utrecht, que pidió al papa Francisco un documento sobre género, o a Peter Erdo, arzobispo de Esztergom-Budapest. Este último es un candidato que también gusta al ‘frente moderado’, que agrupa a todos los cardenales que no se encuentran ni en un lado ni en el otro.
Los progresistas y más cercanos a Francisco
Entre los más cercanos a Francisco está Luis Antonio Tagle, al que conocen como el «Francisco asiático» entre los favoritos para convertirse en el nuevo papa. Tagle es prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y tiene posiciones muy parecidas a las de Jorge Bergolio, por ejemplo, con respecto a los homosexuales.
Asimismo, el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal italiana, que fue el enviado del Papa para mediar en la guerra en Ucrania, cuenta con experiencia en la resolución de conflictos como Mozambique, Burundi o Guatemala y presta gran atención a los desfavorecidos, en línea con el pontificado de Francisco.
Los italianos
Será muy difícil poner de acuerdo a los electores italianos que participarán en el cónclave, cada uno de una corriente diferente. Pero lo que se respira en los medios locales en estos días es una verdadera campaña para que el próximo papa sea italiano después de tres pontífices extranjeros. Sus apuestas son Zuppi, Parolin y Pizzabala, el patriarca de Jerusalén con una visión internacional.