Publicado: enero 20, 2025, 7:28 pm
Es el partido de todos los partidos, el ‘clásico moderno’ del tenis mundial, el esperado y prematuro cara a cara entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic que hará chocar hoy (no antes de las 10.00 hora peninsular española), en los cuartos de final del Open de Australia, a dos hombres enfrentados en un duelo por su propio destino. La Rod Laver Arena asistirá al octavo acto de la tragicomedia protagonizada por dos actores deseosos de improvisar una línea más que el oponente. El aspirante quiere la venganza de la derrota olímpica y la conquista de un público aún no rendido a sus pies; el veterano lucha por culminar su gran obra en el escenario de sus mejores sueños.
«Es su torneo, pero he jugado muchas veces contra él y sé lo que tengo que hacer», aseveró firme Alcaraz tras batir a Jack Draper y confirmar el partido ante Nole que hizo explotar los precios de los tickets en reventa.
El murciano ha llegado a Australia a recoger el título de Grand Slam que le falta en sus vitrinas y lo hace con el rabioso recuerdo de lo ocurrido hace exactamente 170 días en la tierra batida de Roland Garros. Allí acabó entre lágrimas de tristeza, con la medalla de plata olímpica al cuello, mientras veía a su gran rival llorar de felicidad en lo más alto del podio con su preciado oro.
Carlitos, hasta ahora incapaz de disputar un Open de Australia con sus mejores sensaciones tenísticas, ha colocado el torneo aussie en lo más alto de sus prioridades de este año. Con su remozado saque y las breves modificaciones de su tenis ya ha mostrado su imparable nivel en los primeros cuatro duelos. Ahora sí, llega el verdadero reto.
El presente ya es de los ‘niños’, Alcaraz y Sinner, aunque Djokovic sabe que, si hay alguna posibilidad de desafiar las nuevas normas del circuito, el momento es aquí y ahora, en las pistas azules del Melbourne Park.
Nada mejor para empezar que una victoria ante Alcaraz, el irreverente pupilo de Nadal que le ha arrebatado los dos últimos títulos de Wimbledon, para alcanzar las semifinales y mandar un mensaje claro al que ose interponerse en su camino. Siete veces se ha medido al español y en todas las ocasiones que han peleado en pista dura ha ganado. Todavía gana 4-3 el cara a cara y un empate le aleja de su gran objetivo.
Y es que su gran obra no ha terminado. Después de superar a Roger Federer y a Rafa Nadal y hacerse con el ansiado oro olímpico, el hombre de los récords todavía tiene en mente el reto de conquistar su título de Grand Slam N.º 25 para romper el empate a 24 con la leyenda Margaret Court y alzar al cielo australiano su título número 100.
Con el recuerdo de sus diez títulos en el major oceánico, pero también con el mal sabor de boca de su polémica detención en plena pandemia y su reciente polémica con la prensa, Djokovic asume el reto mientras en su cabeza resuenan ya los ecos de la retirada.
