Publicado: noviembre 28, 2025, 9:26 am
Varapalo para CAF en los tribunales. El Tribunal Superior de Irlanda ha dado vía libre a la adjudicación de la suiza Stadler como proveedor de los nuevos trenes del servicio transfronterizo Enterprise entre Dublín y Belfast mediante un encargo valorado en 650 millones de euros. El contrato se encontraba paralizado después de que el fabricante con sede en Beasain (Guipúzcoa) presentase un recurso para impugnar la elección tomada por las autoridades irlandesas Irish Rail y Northern Ireland Railways.
El juez avala así el reclamo de estas compañías, que advirtieron de que la suspensión podría suponer la pérdida de hasta 165 millones de euros de financiación de la UE para el proyecto. Si bien el recurso de CAF implicaba una investigación detallada de los hechos, el tribunal se inclinó, ante «el menor riesgo de injusticia», hacia la necesidad urgente de permitir que el contrato avance, para evitar que la financiación europea se pierda y para que el programa no quede comprometido.
De este modo, el acuerdo con Stadler -adjudicado inicialmente el 18 de septiembre de este año- queda desbloqueado para, previsiblemente, ser firmado en los próximos días. Para CAF, significa que esa vía judicial ya no parece ofrecer ninguna garantía efectiva de revertir la adjudicación. Su recurso sigue abierto, pero la suspensión preventiva ha sido levantada y la ejecución del contrato puede seguir adelante.
La licitación, lanzada a finales de 2023, abarcaba una nueva flota de ocho trenes para reemplazar la flota de autocares diésel que actualmente operan el servicio transfronterizo al norte del país. Además, el proceso de adquisición también incluye un contrato de mantenimiento que agrupa servicios de soporte técnico y suministro de repuestos durante un plazo de hasta 15 años.
Se consuma así el cambio de tornas para el fabricante guipuzcoano que viene de salir favorecido de un importante litigio en Bélgica. Allí, el fabricante francés Alstom recurrió meses atrás la elección de CAF como postor preferente para ejecutar un ‘megacontrato’ de construcción de cientos de trenes por 3.400 millones de euros. En esta ocasión, CAF, desde el otro lado de la trinchera, fue reafirmado por la belga SNCB tras varias reuniones de su consejo en las que se reiteró la apuesta por el constructor español como proveedor a pesar del juego de presiones del grupo galo, sindicatos y partidos belgas.
Pese al golpe en Irlanda, la compañía llega a este episodio en un momento de solidez operativa. En su última actualización de resultados trimestrales el grupo destacó que el ejercicio avanza con un crecimiento significativo con un beneficio neto de 100 millones de euros, lo que supone un repunte del 66% respecto al mismo periodo del año anterior. Los ingresos también mantienen el pulso, con un aumento cercano al 8% interanual que eleva la facturación por encima de los 3.100 millones.
