Publicado: diciembre 20, 2025, 4:00 pm
Entre turrones, cenas interminables y brindis, disfrutar de la Navidad puede ser un verdadero reto para quien tiene una relación complicada con la comida. Los platos abundantes, los dulces por todas partes y la presión social de ‘probarlo todo’ pueden convertir momentos que deberían ser alegres en situaciones difíciles de manejar.
En este contexto, aprender a gestionar la alimentación durante las fiestas no significa renunciar a disfrutar, sino más bien, encontrar estrategias que permitan sentirse más seguro y tranquilo frente a la comida. Belén Galiani Mejías, Coordinadora Asistencial del Área TCA y Dietista-Nutricionista del Centro Galiani, comparte con 20minutos algunos consejos prácticos para que las comidas navideñas puedan vivirse de manera más consciente, saludable y libre de ansiedad.
1. Aparta las restricciones
Para gestionar y disfrutar las comidas navideñas de manera tranquila y saludable, es importante recordar que «las restricciones solo generan más ansiedad, sobre todo en eventos sociales». Como explica Belén Galiani, «si estoy en una comida y me restrinjo por miedo a la repercusión que puede tener lo que estoy comiendo, lo más normal es que mi cuerpo, en algún otro momento, me despunte ansiedad y eso me va a agobiar más». Por eso, su primer consejo es «manejar la comida sin restricciones», buscando un equilibrio que permita estar presente sin culpa.
2. Busca la tranquilidad
La tranquilidad es otro pilar fundamental. Según Galiani, conviene «pararse en el momento presente, no pensar que es ahora o nunca». Muchas veces se llega con la idea de «me voy a comer todo ahora porque luego no me lo voy a poder comer en casa», pero lo recomendable es pensar que «todo tiene cabida en cualquier momento». Para la experta, disfrutar de la comida y de la compañía, sin sentir que es el único momento para permitirnos ciertos alimentos, ayuda a vivir la Navidad de manera más consciente y relajada.
3. Conecta con el presente
También es clave mantenerse conectado con nuestras sensaciones de hambre y saciedad. Belén aconseja «conectarnos y mirarnos para no tener la sensación, cuando he terminado, de no saber qué he hecho». Esto implica ir «parando, conversar y estar presentes en el momento», haciendo de la comida una experiencia más consciente y agradable.
4. Evita compensaciones
Evitar las compensaciones posteriores es otro aspecto importante. «Estar comiendo y pensando que luego no voy a cenar o que mañana no voy a comer», explica Galiani, «condiciona el momento presente y no permite disfrutar ni estar tranquilos, y mucho menos gestionar la situación de manera saludable».
5. La comida no lo es todo
Por último, es fundamental recordar que la comida no es el centro de la Navidad. Aunque las reuniones estén asociadas a ella, el verdadero foco es «compartir y disfrutar de la compañía de familiares y amigos». La experta señala que «la comida es un acompañamiento que lo único que tiene que hacer es hacernos sentir disfrute» y que «la Navidad no define nuestro aspecto ni nuestra composición corporal; los cambios reales vienen de nuestros hábitos, no de un hecho aislado».
La Navidad no define nuestro aspecto ni nuestra composición corporal
Entender esto ayuda a relativizar la comida festiva y a vivir la temporada con menos presión y más bienestar. «Los cambios no son tan inmediatos como nuestra mente nos lo dice», concluye la experta.
