Publicado: marzo 12, 2025, 12:53 pm
El ejército ruso está a punto de recuperar totalmente el control sobre la región de Kursk, tomada parcialmente por las tropas ucranianas desde el pasado mes de agosto. Rusia ha asestado esta madrugada un golpe letal a los ocupantes y está eliminando los últimos focos de resistencia ucraniana en la ciudad de Sudzha, su principal base de operaciones del en la región de Kursk.
La ofensiva rusa ha sido posible gracias a un ataque sorpresa, que ha pillado desprevenidos a los defensores ucranianos, parte de los cuales huyeron en retirada o se rindieron ante el enemigo. Los rusos lograron llegar a la retaguardia de las tropas ucranianas infiltrándose a través de las tuberías del gasoducto Urengói-Pomari-Uzhgorod.
Medios rusos han publicado imágenes de la operación de infiltración y en las redes sociales también se han difundido vídeos de los soldados rusos ejecutando el plan:
La operación, bautizada como ‘flujo’ y realizada en el máximo secreto, ha llevado a un contingente de soldados rusos a introducirse en las estrechas tuberías del gasoducto, que antes de la guerra suministraba gas a Europa, y a recorrer agachados más de 14 kilómetros para sorprender a las tropas de Kiev que mantenían el control sobre Kursk.
Según canales militares rusos, han sido unos 800 los soldados rusos que han recorrido el interior del gasoducto, de 1,4 metros de diámetro, en la más absoluta oscuridad para salir por la zona de Sudzha, lo que ha permitido al ejército ruso rodear a sus rivales. Los soldados de Moscú portaban brazaletes azules, como suelen lucir las tropas ucranianas de Kursk, para confundir al enemigo.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró que los combates todavía prosiguen este miércoles en Kursk, pero admitió que se está actuando para minimizar bajas, reconociendo indirectamente que se está dando un repliegue ucraniano.
