Siria ha echado a un tirano y ahora espera no ver llegar a otro. Mohamed al Bashir se llama el encargado de liderar la transición en el país tras la caída del régimen de Bachar al Asad. Desde este martes, Al Bashir es el primer ministro provisional.
Lo va a ser al menos durante los próximos tres meses, hasta el 1 de marzo. Era hasta ahora primer ministro del denominado Gobierno de Salvación Nacional de Siria en la provincia de Idlib. Al Bashir tiene el enorme reto de conseguir que a la caída del dictador le siga un régimen más o menos democrático, que pueda tener el apoyo de la diversa sociedad siria, formada por, entre otros, cristianos, kurdos, drusos, suníes y alauitas, y de paso contentar a los Gobiernos extranjeros.
Al Bashir nació en 1983 en la región siria de Monte Zawiya, en Idlib. En 2007 se licenció en ingeniería eléctrica por la Universidad de Alepo. Cuatro años más tarde era uno de los responsables de una planta gasista de la Compañía Siria de Gas. En 2021 se graduó en Sharía y Derecho por la Universidad de Idlib.
Fue ese año cuando dio el salto a la política: dejó la compañía gasística y se unió a las filas revolucionarias que intentaban derrocar Al Asad. Desempeñó diversos cargos menores dentro del Gobierno de Salvación, que en estos años de guerra civil en Siria ha supervisado los ministerios, los sistemas judiciales y las autoridades de seguridad de los enclaves controlados por los rebeldes. .
Por ejemplo, Al Bashir fue director del instituto Al Amal, que escolariza a los niños afectados por la prolongada guerra civil siria. En 2022 fue nombrado ministro de Desarrollo y Asuntos Humanitarios dentro del gobierno de Ali Keda, cargo que desempeñó hasta 2023.
En enero de 2024, fue elegido primer ministro del Gobierno de Salvación. Al Bashir bajó las tarifas inmobiliarias de Idlib (374.000 habitantes) y relajó las regulaciones de planificación. La región ha sido una de las más castigadas por la guerra. De sus casi tres millones de personas, la mitad son desplazados internos.
Cercano al HTS pero más moderado que Al Golani
Durante este año, grupos de manifestantes salieron a las calles de algunas ciudades de Idlib para protestar contra el Gobierno de Salvación y contra el propio Abu Mohamed Al Golani, lider de Hayat Tahrir al Sham (HTS – Organización para la Liberación del Levante). Exigían reformas económicas, el fin de las violaciones de derechos humanos en las cárceles y el monopolio de esa exfilial de Al Qaeda en Siria en la toma de decisiones. Los de Al Golani respondieron con porras y gases lacrimógenos.
Un informe de la Comisión de Investigación sobre Siria creada por la ONU, de pasado septiembre, aseguraba que las protestas siguieron a campañas de arrestos y torturas contra miembros del HTS, entre los que se incluyen grupos, partidos políticos y civiles contrarios al grupo, incluidos mujeres y niños de hasta 7 años.
Mientras, en un intento de contentar a la población, Al Bashir amnistiaba a los autores de delitos que mostrasen buena conducta. El nuevo primer ministro provisional de Siria ha mostrado en estos años capacidad de gestión y cercanía al HTS, pero con posturas más moderadas que las de Al Golani. ¿No va a ser entonces un Estado islámico salafista regido por la sharía? Los rebeldes aseguran que no, pero está por ver.
A finales de este año, Al Bashir estaba en la ofensiva contra Al Asad ejecutada por una coalición formada, entre otros, por el grupo de Al Golani y facciones apoyadas por Turquía. En su primera aparición pública fuera de Idlib, se dejó ver junto al líder del HTS. En una conferencia de prensa, afirmó que la ofensiva se lanzó en respuesta a los ataques contra civiles por parte de las tropas del Gobierno y aliados.