Olga tiene 70 años y vive con su perro Barbos y sus cinco gatos, Dimoshka, Goshka, Knopka, Kroshka y Kukla, todos ellos rescatados de las calles de Stetskivka. «Los perros tienen buen oído y es Barbos quien me avisa del peligro », dice Olga. «Cuando ladra, sé que viene algo y lo cojo y nos protegemos». ¿A dónde van? «A la cama. No tengo a dónde ir, solo puedo rezar. A la mañana siguiente doy gracias por un nuevo día». Su marido murió hace muchos años, también falleció un hijo, y tiene una hija y cinco nietos en Siria . Olga vive en una casa muy dañada por el paso del tiempo, sin ventanas y sin agua ni gas y… Ver Más