Publicado: noviembre 24, 2025, 7:59 am
Cuando nace un bebé, una de las primeras cosas que hacen los adultos es mirarle fijamente a los ojos. La abuela sueña con que los tenga azules como ella, el padre dice que los ve “entre gris y verde” y la madre afirma que nadie se haga ilusiones, porque seguro que cambiarán. Y todos tienen parte de razón, ya que el color de ojos al nacer no es definitivo.
Los recién nacidos suelen presentar unos ojos azul grisáceos independientemente de cuál vaya a ser su color final. Esto ocurre porque al nacimiento el iris aún tiene poca melanina, el pigmento responsable de dar color no solo a los ojos, sino también a la piel y al pelo. A medida que pasan los meses, la melanina se va depositando y los ojos oscurecen progresivamente.
¿Cuándo aparece el color definitivo?
Lo habitual es que el color de ojos comience a definirse entre los 3 y 6 meses de vida. Sin embargo, el proceso puede alargarse mas tiempo: la mayoría de niños muestran su color definitivo hacia el año de edad, pero en algunos casos los cambios sutiles pueden continuar hasta los 3 años. En general, si a los 12 meses el ojo de un niño es claramente marrón, verde o azul, lo normal es que ese sea ya su color definitivo.
La genética del color de ojos
Aunque tradicionalmente se explicaba la idea de que “el marrón domina sobre el azul”, hoy sabemos que el color de ojos no depende de un solo gen, sino de varios genes que regulan la cantidad y distribución de melanina. Simplificando mucho:
- Mucha melanina → ojos marrones.
- Cantidad intermedia → verdes o avellana.
- Muy poca melanina → azules.
Esto explica por qué dos padres de ojos marrones pueden tener un hijo con ojos verdes o azules (si ambos portan variantes genéticas que reducen la melanina), y por qué dos padres de ojos claros también pueden tener hijos con ojos oscuros.
Frecuencia del color de ojos según la etnia
El color de ojos está muy influido por el origen poblacional:
En población africana y afrodescendiente, los ojos oscuros son muy mayoritarios (más del 95%). Tener ojos claros es posible, pero poco frecuente.
En personas asiáticas del este y sur, los ojos marrones oscuros también predominan claramente.
En Europa depende de la región: en países del norte y este de Europa (escandinavos, bálticos, eslavos) es muy frecuente tener ojos azules o grises. Pero también hay muchas personas eslavas con ojos marrones.
En el Mediterráneo (España, Italia, Grecia), los ojos marrones son mayoritarios, pero el porcentaje de verdes y azules es mucho más alto que en poblaciones africanas o asiáticas.
En resumen: es totalmente posible, aunque no muy probable, que un niño de padres de piel y ojos oscuros tenga ojos claros. Y también lo contrario: un bebé puede terminar teniendo ojos marrones si hereda suficiente carga genética que le lleve a tener los ojos oscuros.
¿Y qué hay de los colores “especiales”?
Dentro de la gama que un humano puede tener existen variaciones como el verde, el ámbar, el avellana o los grises profundos. Que tu hijo tenga un color u otro dependerá de cuanta genética aporte cada progenitor.
Y luego está el famoso caso de Elizabeth Taylor, a quien se atribuyó tener los ojos “violeta”. En realidad, se trataba de un azul muy particular combinado con la iluminación del cine y el maquillaje, pero demuestra una cosa: los ojos pueden sorprendernos.
En resumen
Los ojos del recién nacido son una incógnita durante los primeros meses. Lo habitual es que a partir del año ya conozcamos el color real, aunque en algunos niños es posible que sigan cambiando durante los primeros años de vida.
Mientras tanto, disfruta de ese periodo en el que cada día parece que el color cambia sutilmente y cada familiar ve algo distinto. Al final, el color definitivo será solo una parte más de lo que hará único a tu hijo.
