Publicado: diciembre 21, 2025, 5:00 am
En un clima de fiesta y familiar, la tradicional Copa Los Potrillos tuvo su nueva edición en el predio de Pilar de la Asociación Argentina de Polo. “El Palermo de los chicos”, como se lo suele llamar, es el lugar donde muchos de los grandes nombres de este deporte dieron sus primeros pasos de la mejor manera: el énfasis no está en los resultados, sino en que los participantes, que van desde los 5 (montan acompañados por sus padres) hasta los 14 años, se enganchen con el polo, hagan amigos y sumen valores al juego.


David “Pelón” Stirling, diez veces campeón del Abierto Argentino de Polo, fue uno de los cracks que dijo presente en familia: bajo la atenta mirada de su mujer, María José Vercellino, se subió al caballo con el menor de sus hijos, Beltrán (5), que hizo su debut en este torneo, y después alentó al mayor, Vicente (13), que al final de la jornada fue distinguido en la categoría Fair Play y se llevó un bolso de regalo.



Además, se unió a otros jugadores del Abierto Argentino, como Juan Martín Nero, los primos Cruz y Antonio Heguy (este año fueron finalistas en Palermo defendiendo los colores de Ellerstina Indios Chapaleufú) y Guillermo “Sapo” Caset, en el segmento de polo inclusivo. En un partido que fue de lo más aplaudido, acompañaron a Salvador Condomí Alcorta, Silvestre de Olmos y Justo Sánchez Granel, grandes entusiastas del taco y de la bocha.

“Es el torneo más inclusivo y a nivel juvenil, el más importante”, le cuenta a ¡HOLA! Argentina Eduardo “Ruso” Heguy, que desde hace treinta años le pone el cuerpo y el corazón a la organización de esta copa donde él mismo alguna vez dio sus primeros pasos. Y cierra: “El Día de la Virgen nos acompañó con un clima excelente y sin accidentes, así que la temporada de polo en Argentina terminó de la mejor manera. Fue una fiesta para todos”.

La Copa Los Potrillos nació en 1962 en el club Los Indios, de San Miguel, por iniciativa de Carlos Acuña, Roberto Tonnelier y Antonio Heguy. En ese debut hubo apenas dos equipos que se armaron con esfuerzo y caballos que los padres pidieron prestados. Desde entonces, no paró de crecer: este año participaron 272 chicos, repartidos en 68 equipos y varias categorías, y hubo más de 1100 caballos.

