Publicado: diciembre 11, 2025, 8:14 am
El comité de expertos que asesora al Ministerio de Trabajo ha puesto sobre la mesa dos propuestas para la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) el año que viene. La primera pasaría por un incremento del 3,1% en el caso de que siguiera exento de tributación y la segunda, por elevarlo algo más, un 4,7%, si comenzase a tributar.
Según ha avanzado este jueves El País y confirman a La Información Económica fuentes del Ministerio de Trabajo, la primera propuesta supone elevar el SMI a 1.221 euros brutos al mes en 14 pagas (esto conlleva un alza de 36,7 euros con respecto al vigente). La segunda propuesta supondría situarlo en 1.240 euros tras incrementarlo en 55,6 euros.
La propuesta de los sabios se sitúa a caballo entre las demandas de los sindicatos y la lanzada esta misma semana por CEOE y Cepyme. Las dos patronales apuestan por elevarlo un 1,5%, por debajo de la inflación prevista para el próximo ejercicio, al entender que se trata de un incremento «razonable» que lo situaría por encima del 60% del sueldo medio del país, que es el objetivo que se ha marcado Trabajo y que establece la Carta Social Europea. Desde el departamento que capitanea Yolanda Díaz consideran que se trata de una oferta poco rigurosa y especulativa. Con el porcentaje que ofrece la patronal el salario mínimo alcanzaría los 1.202 euros brutos al mes, en catorce mensualidades.
La cifra que pone sobre la mesa CEOE está lejos de las aspiraciones de los sindicatos, que promueven un alza del 7,5% que lo llevaría hasta los 1.273 euros al mes en 14 pagas a jornada completa. Es decir, un alza de 89 euros al mes en comparación con los 1.184 euros que se perciben actualmente. Tanto CCOO como UGT reclaman, además, un cambio legal para que el aumento del SMI no se pueda absorber en pluses y complementos.
En las últimas horas, la patronal ha dado a conocer un cálculo del coste que tendría su propuesta (ese alza del 1,5%). Considera que este sería de 862,5 millones para las empresas. Las organizaciones empresariales estiman que por cada 1% que se incrementa el SMI el coste asciende a 575 millones. Siguiendo esta lógica, el alza del 7,5% que persiguen los sindicatos costaría 4.312 millones.
El papel de los expertos
Trabajo solicitó a los expertos que formalizasen dos posibles porcentajes de aumento del salario mínimo, tanto si queda exento de tributar como si se fija el tipo marginal que corresponde. El ministerio trasladará esta propuesta a los agentes sociales, si bien tendrá la última palabra a la hora de decidir la subida que finalmente se aplica. El año pasado esta fue finalmente del 4,4% hasta los 1.184 euros brutos mensuales.
Sindicatos y empresarios no son los únicos que discrepan en relación al salario mínimo. El ala socialista de la coalición, con el ministerio de Hacienda al frente, apuesta por que comience a tributar, algo a lo que se opone Trabajo. De forma excepcional el Ejecutivo decidió que a lo largo de este ejercicio el SMI estuviera exento de tributación.
