Tener una microbiota desequilibrada hoy puede desembocar en párkinson o alzhéimer - Argentina
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Tener una microbiota desequilibrada hoy puede desembocar en párkinson o alzhéimer

Publicado: noviembre 20, 2025, 4:18 am

Los billones de microorganismos que integran la microbiota humana conviven e interactúan en distintas zonas del cuerpo, creando un ecosistema dinámico que desempeña un papel clave en nuestra salud. Este entramado, compuesto por bacterias, virus, arqueas y hongos, no sólo mantiene el equilibrio del sistema digestivo, sino que también influye en el sistema inmunitario, en el metabolismo, y en la salud de la piel, y en el aparato genital. Además, son cada vez más los estudios científicos que demuestran su conexión con el bienestar emocional y mental, al relacionarse con trastornos como la depresión, la ansiedad, o las alteraciones de la conducta alimentaria. La doctora Isabel Bustamante , especialista en Neurología y experta de la Unidad de Microbiota del Centro médico-quirúrgico Olympia Quirónsalud (Madrid), explica en este sentido que, si presentamos una disbiosis o alteración en nuestra microbiota podemos desarrollar numerosas patologías, como diabetes tipo 2 o síndrome del intestino irritable. «Muchas de nuestras bacterias a nivel intestinal participan en funciones que regulan la glucosa», por lo que si nuestra microbiota intestinal sufre una alteración, «se puede producir una inflamación que dé lugar a una resistencia a la insulina, y favorezca a la larga la aparición de diabetes tipo 2 », comenta la doctora Bustamante. Asimismo, la doctora apunta que esta alteración de las bacterias puede provocar otros síntomas, como serían la hinchazón, los gases, o alteraciones en el tránsito intestinal que con el tiempo podrían derivar en diversas enfermedades como el síndrome del   intestino irritable . Además, la experta apunta que cada vez hay más datos que demuestran que la inflamación provocada por alteraciones en la microbiota afectan también al sistema inmune, haciendo que o bien aparezcan enfermedades autoinmunes en pacientes genéticamente predispuestos , como serían la esclerosis múltiple o la tiroiditis de Hashimoto , o bien, empeoren una situación basal previa. La doctora Bustamante también destaca la estrecha relación que hay entre un desequilibrio en la microbiota y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como serían el párkinson o el alzhéimer. Según comenta, a nuestro intestino en muchas ocasiones se le denomina el ‘segundo cerebro’, tanto es así que contiene una vasta red de unos 100 a 200 millones de neuronas. Por ello, apunta que «cada vez más estudios demuestran la relación entre las alteraciones en la microbiota y la aparición de este tipo de enfermedades años más tarde». Precisamente, la doctora Débora Nuevo , especialista en Medicina Interna y responsable de la Unidad de Microbiota del Centro médico-quirúrgico Olympia Quirónsalud, apunta que «hasta un 70% de las células del sistema inmunológico están en el intestino y en relación muy estrecha con la microbiota, influyendo en el metabolismo, y favoreciendo que los procedimientos de defensa funcionen correctamente«. «Los billones de microorganismos diferentes que conforman la microbiota interactúan en distintas partes del organismo, colaborando entre ellos y produciendo distintos beneficios que contribuyen significativamente tanto a la salud de la piel como al bienestar del aparato digestivo y genital, entre otros», afirma la doctora Nuevo. Mantiene en este sentido la doctora Débora Nuevo, que actuar sobre nuestra microbiota es una de las formas más efectivas de prevenir y de tratar, entre otras, a las enfermedades hepáticas como el hígado graso. «Casi todas las patologías digestivas (enfermedades inflamatorias intestinales, gastritis, diverticulitis, etc.), pueden mejorar si restablecemos la salud de la microbiota. Otras, como el estreñimiento y la diarrea, también pueden ser el resultado de un desequilibrio en la microbiota», agrega. Es más, la doctora Nuevo destaca que por cada centímetro de piel sana hay 1 millón de bacterias, que forman parte de la microbiota que hay en nuestra piel, y que nos defienden de infecciones, controlan la inflamación, y el desarrollo de tumores a nivel cutáneo, con efectos antioxidantes y antienvejecimiento. Precisamente, aquí destaca que hay estudios científicos que atestiguan que el uso de probióticos y de prebióticos juega un papel fundamental en la enfermedad cutánea y en especial, en las patologías de tipo inflamatoria, como las dermatitis, por ejemplo. «O el acné, que se relaciona directamente con una bacteria llamada ‘Cutibacteriun acnes’, y que nuestra microbiota sana nos protege frente a ella. Por eso ciertos probióticos son parte importante del tratamiento», destaca la responsable de la Unidad de Microbiota del Centro médico-quirúrgico Olympia Quirónsalud. Mientras, en pacientes con rosácea, por ejemplo, dice que el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) es 13 veces más frecuente. «Tratando el SIBO se reducen las lesiones de rosácea«, indica la doctora Nuevo. Pero también una microbiota vaginal sana protege de infecciones vaginales, entre otras, y que frecuentemente están causadas por el crecimiento excesivo de un hongo llamado ‘Candida albicans’. «Igualmente una alteración en su equilibrio puede favorecer el sobrecrecimiento de ‘Fusobacterium’, una bacteria vinculada con la endometriosis», advierte la especialista. Según la doctora Nuevo, una cantidad adecuada de lactobacilos (principales bacterias de la flora vaginal que actúan como un escudo contra los patógenos) puede disminuir el riesgo de infección por VPH (virus de papiloma humano), una patología que, a su vez, se relaciona con el cáncer de cérvix. «Además, el equilibrio de esta microbiota es primordial para la fertilidad y para el desarrollo correcto del embarazo», reconoce la especialista del Centro médico-quirúrgico Olympia Quirónsalud. Con ello, la doctora Isabel Bustamante detalla qué es lo que podemos hacer para mantener una microbiota sana y en equilibrio: Alimentación saludable. Hacer ejercicio físico. Control del estrés. Buen descanso nocturno. A su vez, desde la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) señalan que para conservar una buena microbiota intestinal es necesario evitar el estrés y mantener una alimentación variada. «Una microbiota intestinal sana cumple funciones muy importantes como metabolizar compuestos que nosotros no somos capaces de digerir, sintetiza vitaminas y ácidos grasos, y nos ayuda a absorber minerales fundamentales para nuestra salud. También, nos protege frente a patógenos y tóxicos externos», concluye la doctora Nuevo.

Related Articles