Dejó la seguridad económica, pero también su monotonía; se fue a Misiones y un emprendimiento la sorprendió: “Fue un salto al vacío” - Argentina
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Dejó la seguridad económica, pero también su monotonía; se fue a Misiones y un emprendimiento la sorprendió: “Fue un salto al vacío”

Publicado: noviembre 18, 2025, 5:00 am

Julieta tiene bien en claro cuál es su misión.

Julieta Martínez se desempeñaba como administrativa en una empresa de seguridad e higiene y ejecutaba su trabajo con mucha eficiencia que, para todos sus compañeros, representaba la imagen de una mujer que se mostraba muy conforme con su vida profesional.

Había pasado varios años en la misma área y su rendimiento era impecable. Así se lo hacía notar su jefe y, por momentos, a ella hasta le daba un poco de vergüenza cuando recibía esos elogios en público.

Julieta parecía haber encontrado la estabilidad que necesitaba en ese momento de su vida: cumplía horarios, tenía un sueldo fijo y la tranquilidad de saber que todos los meses iba a cobrar lo mismo. “Sin embargo, al mismo tiempo, sentía que algo no terminaba de encajar. Era como si viviera en automático: casa, trabajo, oficina, fin de semana, y vuelta a empezar”.

“La sensación de necesitar algo distinto fue tomando fuerza”.

“La sensación de necesitar algo distinto fue tomando fuerza”

Sin dudas, comenzó a darse cuenta de que ese trabajo seguro y cómodo le empezaba a generar una inquietud creciente. Lo que antes le parecía un refugio estable, en 2019 le provocó una sutil insatisfacción, como si algo más latiera fuera de su alcance.

“Los días se volvieron monótonos y la rutina, pesada, despertando dudas sobre si esa zona de confort realmente me estaba ayudando a crecer o, por el contrario, me estaba estancando. Poco a poco, la sensación de necesitar algo distinto fue tomando fuerza en mi mente y corazón”.

A comienzos de 2021 se mudó, junto a su pareja, a Misiones. Buscaba un cambio de aire, aunque, en el fondo, reconoce, también escapaba de esa sensación de estar haciendo algo que no la representaba. “En mi nuevo trabajo, otra vez como administrativa, terminé gestionando las redes del lugar. Fue como si la vida me estuviera mostrando el camino que todavía no me animaba a ver. Ahí empezó mi verdadera transformación. No fue inmediata ni fácil. Durante meses viví con miedo de soltar ´lo seguro´. Pero cada vez que terminaba un día de oficina y abría la computadora para aprender algo nuevo de marketing digital, sentía que mi corazón latía distinto. Como si, por primera vez, estuviera haciendo algo que realmente me gustaba”.

Salto al vacío

En diciembre de 2021Julieta quedó embarazada. En agosto de 2022 nació Noah y aunque fue el momento más feliz de su vida, también fue uno de los más desafiantes. “Trabajé hasta el último día del embarazo y volví cuando él tenía apenas dos meses. Me despertaba a la madrugada para amamantarlo y, a las pocas horas, ya estaba frente a la computadora. Tenía muchas responsabilidades, trabajaba en negro, sin beneficios y por un sueldo que apenas alcanzaba”.

Su pareja, cuenta, también estaba en la misma situación, en el mismo lugar. “Era agotador. Vivíamos con la sensación constante de que el esfuerzo no alcanzaba, que el tiempo no nos pertenecía, que estábamos corriendo en círculos”.

Con su pareja y su hijo.

—¿Y si renunciamos los dos?, le propuso Julieta. —¿Los dos?, le respondió su pareja, con una mezcla de miedo y esperanza.

“Nos quedamos en silencio unos segundos. Y ahí entendí que esa decisión no era solo por nosotros, era por el futuro que queríamos darle a nuestro hijo. Renunciamos sin tener nada seguro. Sin ahorros, sin respaldo, con un bebé de cinco meses y una montaña de miedos. Pero también con una certeza: no queríamos que Noah creciera viéndonos vivir una vida que no nos hacía felices. Fue un salto al vacío, literal”.

“Al principio, fue durísimo”

“Pasamos de tener un sueldo fijo a no saber cuánto íbamos a ganar ese mes. De tener horarios impuestos a no tener ninguno. Al principio. fue durísimo. Hubo días de mucha incertidumbre, noches sin dormir, discusiones, lágrimas y dudas. Pero también hubo algo nuevo: libertad. La sensación de estar construyendo algo nuestro, aunque todavía no supiéramos bien cómo”.

La hermana de Julieta también se sumó al proyecto.

Julieta, cuenta, empezó a ofrecer sus servicios de gestión de redes. Mandaba mensajes, publicaba en grupos de Facebook, pedía recomendaciones, hacía presupuestos a mano. Su pareja, que siempre había sido bueno con el diseño, se sumó, y poco a poco fueron armando equipo. Con el tiempo, también se unió su hermana como editora de videos.

“Era trabajo sin descanso, pero era nuestro trabajo. Cada cliente nuevo era una victoria, cada pago una inyección de confianza. Sentíamos que, por primera vez, todo el esfuerzo valía la pena”.

A fines de 2023, después de dos años viviendo en Misiones y creciendo como freelancers, Julieta y su pareja tomaron una nueva decisión: volver a Buenos Aires. “Ya no dependíamos de un lugar físico, de un jefe o de un horario. Todo nuestro trabajo era online. Volvimos a nuestra casa, con más seguridad, más experiencia y una vida completamente distinta a la que habíamos dejado. Ese fue el momento en el que entendí que el cambio había sido real”.

Encontró su verdadero propósito

Así, Julieta comenzó a despedirse de aquella versión de sí misma que se aferraba a lo seguro, y con valentía decidió abrirse a la posibilidad de un nuevo comienzo, construyendo día a día un camino propio, lleno de desafíos, pero también de esperanza y fuerza para transformar su realidad.

A principios de 2024 lanzó oficialmente su marca personal. Empezó a compartir su historia, a mostrar lo que había aprendido y a enseñar a otras mujeres, especialmente madres, a construir su propio camino en lo digital.

“Mi primer programa, “Convertite en Community Manager”, fue un éxito desde el primer día. Se agotaron los cupos en la primera edición y, sin buscarlo, empecé a recibir mensajes de mujeres que se sentían identificadas con mi historia. Después, vino mi segundo curso, sobre creación de sitios web, y más adelante empecé a dar charlas y talleres para comunidades educativas y emprendedoras. Hoy acompaño a mujeres que, como yo, están cansadas de elegir entre trabajar o maternar. Les enseño a crear una marca personal sólida, a vivir de su conocimiento, a ser libres”.

En los últimos meses, ella tuvo el privilegio de impartir varios workshops presenciales —experiencias que jamás imaginó vivir—, y cada uno de ellos le confirmó lo mismo: no se trataba solo de enseñar marketing digital, sino de mostrar que hay otra forma de vivir.

Disfrutando de momentos lindos con su hijo.

Julieta demostró que incluso en los momentos de mayor incertidumbre es posible encontrar fuerza y propósito. Su camino no fue sencillo, pero cada paso valiente que dio la acercó a una vida más auténtica y plena. Hoy, al mirar hacia atrás, sabe que salir de la zona de confort no solo transformó su carrera, sino que también le permitió enseñar a otras mujeres que el cambio es posible y que, con determinación y apoyo, se puede construir un futuro donde la libertad y la felicidad van de la mano. Su historia es un abrazo de esperanza para quienes sueñan con reinventarse y animarse a dar ese salto que la vida siempre les está ofreciendo.

Related Articles