Publicado: septiembre 22, 2025, 11:07 am
El supertifón Ragasa avanza con fuerza este lunes por el Pacífico occidental, dejando a su paso un reguero de evacuaciones, cierres de escuelas y cancelaciones de vuelos en países como Filipinas, Hong Kong, China y Vietnam. Con vientos sostenidos de hasta 205 kilómetros por hora y ráfagas que han llegado a superar los 250, Ragasa es ya uno de los ciclones más potentes de la temporada y amenaza con provocar daños generalizados en infraestructuras del sudeste asiático.
En Filipinas, el supertifón Ragasa ya ha tocado tierra este lunes en la provincia de Cagayan, al norte del país, a las 15 horas locales. Miles de personas han sido evacuadas de zonas costeras y de baja altitud en la isla de Luzón y en las remotas islas Babuyan ante el riesgo de marejadas ciclónicas, inundaciones y deslizamientos. En total, se han evacuado alrededor de 10.000 personas.
El presidente Ferdinand Marcos Jr. ha ordenado a la agencia nacional de respuesta a desastres ponerse en alerta máxima y coordinar el traslado de población vulnerable. Se han suspendido las clases y las actividades laborales en la zona metropolitana de Manila y en buena parte del país, mientras las bandas exteriores del tifón ya azotan el norte con lluvias intensas y cortes de electricidad.
Las autoridades meteorológicas filipinas han activado la máxima alerta en las islas Babuyan y advierten de que Ragasa podría tocar tierra o rozar esta zona en torno al mediodía local del lunes antes de cruzar el estrecho de Luzón. Las aerolíneas han cancelado más de una docena de vuelos nacionales y los puertos han suspendido servicios de ferry para prevenir accidentes en mares considerados «muy peligrosos».
El impacto del ciclón se deja sentir también en Hong Kong, cuyo aeropuerto internacional Chek Lap Kok afronta desde este martes por la noche el cierre más prolongado de su historia reciente. La terminal, que registra un promedio diario de 1.100 movimientos de aeronaves y 190.000 pasajeros, suspenderá operaciones durante 36 horas consecutivas. Esta paralización afectará a unos 350.000 viajeros. La aerolínea Cathay Pacific ya ha anunciado cambios sin penalización para billetes programados entre el martes y el jueves, mientras que Qantas Airways ha confirmado que el cese de actividades se iniciará el martes a las 20.00 horas locales y concluirá el jueves a las 8.00 de la mañana.
Las autoridades hongkonesas buscan evitar episodios de saturación como los ocurridos con el tifón Koinu en octubre de 2023, cuando más de 10.000 pasajeros quedaron atrapados en la terminal. Algunas aeronaves dedicadas a la aviación ejecutiva han sido trasladadas preventivamente a aeródromos en Vietnam y a la terminal de Clark, en Filipinas.
En Taiwan, se han realizado también evacuaciones a pequeña escala en zonas montañosas cerca de Pingtung, indicó a AFP James Wu, un funcionario de los bomberos locales. «Nos preocupa es que el daño puede ser similar al que provocó el tifón Koinu hace dos años», agregó.
China y Vietnam, en alerta también
En China, la megalópolis de Shenzhen, con 17 millones de habitantes y situada muy cerca de Hong Kong, ha anunciado la evacuación preventiva de 400.000 personas. Además, varias ciudades costeras de la provincia de Cantón también han suspendido clases, desplazamientos laborales y actividades comerciales. Las autoridades temen que Ragasa sea el supertifón más intenso que afecte a la región desde 2018.
En Vietnam, el Centro Nacional de Pronóstico Hidrometeorológico calcula que el ciclón, con vientos de nivel 16-17 (184-221 km/h), se desplazará en dirección oeste-noroeste a unos 20 km/h y podría seguir fortaleciéndose. Se prevén lluvias muy fuertes, crecidas repentinas en ríos y arroyos y deslizamientos de tierra en cinco provincias montañosas del norte: Lai Chau, Dien Bien, Son La, Lao Cai y Tuyen Quang. Las autoridades han instado a extremar precauciones y revisar los puntos más vulnerables para tomar medidas preventivas.
El fenómeno meteorológico mantiene a buena parte del sudeste asiático en vilo. Aunque los tifones son recurrentes en la región durante el verano y el otoño, la combinación de altas temperaturas oceánicas y humedad atmosférica está favoreciendo la formación de ciclones más potentes.