Publicado: septiembre 20, 2025, 9:34 am
Expertos militares ucranianos han denunciado que Vladimir Putin está enviando al frente de Ucrania unidades integradas por soldados infectados con VIH (el virus del sida), hepatitis y otras enfermedades.
Tal y como recoge el diario londinense The Telegraph, los soldados de estas unidades llevan brazaletes que los identifican como enfermos y han sido vistos en las líneas del frente alrededor de Pokrovsk, un centro logístico clave en el este de Ucrania.
«Actualmente hay información de que estas unidades están participando en combates en lo que actualmente es el punto más conflictivo: Pokrovsk», dice al Telegraph Dmytro Zhmailo, director ejecutivo del Centro de Seguridad y Cooperación de Ucrania (USCC).
Según este medio británico, la formación de estas unidades dentro del ejército ruso es la última señal de una crisis sanitaria cada vez más profunda, con casos de VIH, hepatitis y tuberculosis en aumento entre las tropas de Vladimir Putin.
Las llamadas «unidades infectadas» se han formado dentro de los regimientos de fusileros motorizados 1435 y 1437 de Rusia, formaciones relativamente nuevas que forman parte de las brigadas de fusileros motorizados 27 y 15, respectivamente.
Según el USCC, las unidades han participado en intentos de asaltar Pokrovsk desde el sur y el suroeste. También se avistó a soldados de las unidades mientras intentaban infiltrarse en la ciudad a través de la aldea de Zvirove.
Antes de ser enviadas al frente en Porovsk, las unidades recibieron entrenamiento en la Ucrania ocupada, incluso en Jersón y Zaporiyia, así como en Crimea, dice Zhmailo al Telegraph.
«Las unidades infectadas están equipadas de forma similar a otras unidades militares rusas. De hecho, su nivel de provisiones es idéntico y bastante bajo», añade el experto.
«La única diferencia con el personal militar ‘sano’ de la Federación Rusa son las distintas marcas de los infectados, es decir, la presencia de vendajes especiales«, agrega el experto militar.
Desde hace tiempo se ha acusado a Rusia de reclutar soldados enfermos como forma de reponer sus filas después de sufrir grandes bajas. En 2022, el grupo mercenario Wagner comenzó a reclutar prisioneros con VIH y hepatitis para puestos de primera línea de alto riesgo, y les ofrecieron acceso a medicamentos antivirales como forma de pago.
Según el Telegraph, la formación de estas unidades dentro del ejército regular ruso es una prueba de que la práctica se está volviendo más sistemática y oficial.
De hecho, en octubre del año pasado, la agencia de inteligencia de defensa GUR de Ucrania afirmó que el ministro de Defensa de Rusia, Andrei Belousov, había emitido una orden para eliminar la hepatitis C de la lista de enfermedades que prohíben el servicio militar, con el fin de permitir que miles de convictos infectados se ofrecieran como voluntarios para la guerra.
