Publicado: agosto 20, 2025, 5:22 pm
En el tablero ucraniano, Donetsk es la pieza clave que nadie quiere sacrificar. Rusia avanza sus peones tratando de cercar Pokrovsk y abrir una brecha decisiva, mientras Ucrania se aferra a sus «murallas urbanas», ciudades estratégicas para la defensa del país, y mueve con cautela sus reservas como si fueran caballos protegiendo al rey. La partida no se libra solo en el frente sino también en Washington, Zelenski busca reforzar sus alfiles diplomáticos estrechando sus relaciones con Europa antes de que el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo Vladímir Putin intenten forzar un jaque con la cesión de un cuarto del Donbás.
Cada movimiento cuenta, ceder esta región podría significar entregar el centro del tablero y quedar expuesto a un mate. La cesión total de Donetsk, que podría estar en la agenda de unas hipotéticas negociaciones entre Volodimir Zelenski, y el ruso, Vladimir Putin, haría mucho más difícil para Ucrania organizar una defensa eficaz contra una nueva agresión y le daría a Rusia una plataforma que facilitaría sus avances hacia las regiones vecinas de Jarkov y Dnipropetrovsk. Convencer a Trump, de que una zona fuertemente fortificada, todavía bajo control ucraniano después de años de combates, es fundamental para la defensa del país ha sido una prioridad para Ucrania que enfrenta presión para ceder aproximadamente el 25% de la región oriental.
«El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia está tratando de convencer a Occidente de que su ejército puede capturar toda la región de Donetsk este año», escribió el miércoles en Telegram el coronel Andrí Kovalenko, jefe del Centro para Contrarrestar la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania. Los combates son muy difíciles, reconoció, pero señaló que Rusia «no es capaz de capturar la región de Donetsk» donde pierde diariamente 1.200 soldados muertos o heridos.
Ciudades fortaleza claves para la defensa de Ucrania
La zona que Rusia, según se informa, quiere arrebatarle a Ucrania ha sido fuertemente fortificada durante los más de 11 años que han durado los combates en Donetsk, incluidos los 3 años y medio de la invasión a gran escala. Con la ciudad de Pokrovsk bajo amenaza de cerco, ciudades clave como Kostiantinivka, Druzhkivka, Kramatorsk y Sloviansk siguen siendo centrales para la defensa de Ucrania, sirviendo como centros logísticos vitales y preparadas para transformarse en fortalezas si las fuerzas rusas avanzan más cerca.
Este territorio proporciona a las fuerzas ucranianas una combinación óptima de obstáculos naturales y artificiales, que muchos analistas militares ucranianos y extranjeros creen que podrían detener o limitar los avances rusos durante años. Numerosos ríos, en particular, impiden los rápidos movimientos rusos, dando tiempo a los drones y la artillería ucranianos para infligir daños significativos.
Los centros urbanos con grandes complejos industriales, rodeados de campos minados, también ofrecen una cobertura considerable a las fuerzas ucranianas. Incluso si Rusia recurre a la aviación y la artillería para destruir gradualmente estas zonas, estas «fortalezas» pueden ralentizar significativamente su avance, como se ha demostrado en Bajmut y actualmente en Pokrovsk, donde Ucrania tuvo menos tiempo para establecer líneas defensivas similares.
¿Qué pasaría si se renuncia a estos territorios?
Entregar estas ciudades relativamente intactas y permitir que las fuerzas rusas avancen 82 kilómetros hacia el oeste sería impensable para el ejército ucraniano, escribe Oleksandr Solonko, un operador de drones que lucha cerca de Pokrovsk, en su blog, comparando tal medida con un «suicidio«. «Las ciudades proporcionan una plataforma ideal para desplegar fuerzas y prepararse para futuras ofensivas, ofreciendo múltiples ubicaciones para tropas, equipos, centros logísticos y sistemas de guerra electrónica», explicó.
Por lo tanto, estas ciudades servirían como trampolín para las probables ofensivas de Rusia hacia Pavlograd, Lozova e Izium en las regiones vecinas de Dnipropetrovsk y Jarkov, que carecen de barreras naturales y artificiales comparables. Su terreno menos urbanizado, con menos bosques para ocultar posiciones de infantería y drones, sería mucho más difícil de defender, lo que daría una ventaja a un enemigo numéricamente superior.
«Nos veríamos obligados a construir urgentemente fortificaciones desde cero en campo abierto, donde nuestras tropas estarían expuestas a bombas aéreas y misiles guiados rusos, como objetivos en un campo de tiro», escribe Victor Taran, jefe de un centro de entrenamiento de operadores de drones, en la revista Ukrainian Week.
Aunque Rusia está enviando más fuerzas para mantener la alta presión, está pagando un alto precio en pérdidas de soldados y equipos para capturar un territorio limitado en Donetsk, dijo Oleksiy Melnik, analista militar del Centro Razumkov. Rusia estaría encantada de asegurar toda la región sin más combates, señala Melnik, conservando recursos y asestando un duro golpe a la moral ucraniana, con cientos de miles de residentes desplazados.
Ceder este territorio sólo envalentonaría a Rusia a intensificar su agresión, ya que el objetivo final de Moscú -subyugar a Ucrania y desmantelar su independencia- sigue siendo el mismo, advierte el analista.
Misil sobre Sloviansk y novedades en el frente
Las Fuerzas Armadas rusas atacaron con un misil Iskander un cuartel provisional de las tropas ucranianas en las afueras de Sloviansk, una de las principales plazas fuertes de Ucrania en Donetsk. El Ministerio de Defensa ruso difundió en Telegram un vídeo en el que se aprecia el impacto contra el edificio donde estaban estacionados los efectivos. Los Iskander, de medio alcance y capaces de portar cargas convencionales o nucleares, han sido modificados en sus últimas versiones para variar la trayectoria en pleno vuelo, lo que dificulta su interceptación.
Paralelamente, Moscú anunció la captura de varias localidades en su ofensiva en el este. Según el parte castrense, las tropas rusas se hicieron con el control de Sujetske y Pankivski, situadas a escasos kilómetros de la carretera que conecta Dobropilia con Pokrovsk. Esa vía es estratégica porque enlaza con Kramatorsk, considerada la mayor fortaleza ucraniana en Donetsk, territorio que Rusia se anexionó en septiembre de 2022.
Además, el Ministerio de Defensa informó de la toma de Novoheorhiivka, ya en la región ucraniana de Dnipropetrovsk, en la frontera administrativa con Donetsk. Aunque esta región no figura entre las anexionadas por Moscú en 2022, el presidente Vladímir Putin ordenó al Ejército crear una «franja de seguridad» en zonas adyacentes para proteger los territorios bajo control ruso. Con este movimiento, la ofensiva rusa amplía la presión más allá del Donbás y amenaza nuevas rutas de acceso hacia el corazón industrial de Ucrania.
