Publicado: agosto 7, 2025, 11:20 am
Israel prevé aprobar este jueves el plan militar por fases para tomar el control de nuevas zonas de la Franja de Gaza, principalmente en Gaza capital y en zonas rurales de la región central. Así lo indican medios israelíes como The Times of Israel, que señalan que la operación podría durar entre cuatro y cinco meses. Este despliegue forzaría el desplazamiento masivo de hasta un millón de palestinos hacia el sur del enclave.
La reunión clave del gabinete de seguridad israelí está prevista para las 18:00 (hora local). Se espera que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, obtenga el apoyo necesario para aprobar la ofensiva, pese a la oposición de algunos ministros y militares y a los avisos internos sobre su impacto humanitario y bélico. El plan está impulsado por los sectores más radicales del Gobierno, pero ha encontrado desacuerdos en el Ejército y entre los familiares de los rehenes capturados por Hamás.
Durante una reunión de tres horas celebrada el martes, el jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Eyal Zamir, presentó varias opciones al Ejecutivo. La propuesta que ha tomado fuerza implicaría una evacuación previa de la población de Gaza capital mediante avisos formales, seguida de un avance militar destinado a «destruir lo que queda de Hamás», según Channel 12 News.
En palabras de un alto cargo militar citado por The Times of Israel, la ocupación de Gaza sería «un agujero negro» para Israel, implicando «responsabilizarse de dos millones de personas, años de limpieza militar, guerra de guerrillas y, lo más preocupante, poner en peligro a los rehenes».
Los rehenes en manos de Hamás, un escollo para el plan
Actualmente, Israel estima que Hamás retiene a unos 50 rehenes, de los cuales aproximadamente 20 seguirían con vida. La estrategia israelí persigue también aumentar la presión para lograr su liberación. Sin embargo, fuentes de seguridad citadas por la cadena Kan ven «casi nulas» las posibilidades de que Hamás retome las negociaciones antes de que se apruebe el plan.
Uno de los aspectos más controvertidos del plan para los líderes israelíes es que EEUU no tiene intención de intervenir, pero tampoco apoya una posible anexión israelí de territorio gazatí. Recientemente, la administración de Trump aseguró que el presidente considera que la decisión «dependerá en gran medida de Israel«.
Trump ha declarado que no se opone al plan, pero ha rechazado públicamente cualquier intento de anexión de Gaza. La postura del presidente estadounidense se ha endurecido tras la publicación de un vídeo propagandístico de Hamás en el que aparece un rehén israelí «visiblemente desnutrido y obligado a cavar su propia tumba», según The Times of Israel. De esta forma, Trump habría cambiado de opinión para «dejar hacer a los israelíes lo que tienen que hacer».
Al mismo tiempo, EEUU y otros países están preparando un paquete de ayuda humanitaria valorado en 1.000 millones de dólares, destinado a multiplicar por cuatro los centros de distribución de ayuda en la Franja. El embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, ha afirmado que «la expansión de ayuda dependerá de si las FDI logran despejar esas zonas».
