Publicado: junio 19, 2025, 7:00 am
Teresa Sommario, una mujer de 54 años, fue asesinada la tarde del martes en su domicilio víctima de los hachazos que le propinó su propio hijo, Filippo Manni, de 21 años, que cuando fue detenido por la Policía italiana vagando por el pueblo de Racale (Puglia) confesó haberla matado a hachazos porque ella lo había regañado por entrar en casa sin saludar.
Según informan varios medios italianos, el joven explicó a su abogado, Francesco Fasano, que en «en un momento todo se apagó. Subí las escaleras, cogí el hacha y la maté. Otras veces lo he considerado una broma, contárselo, y hoy lo hice», dijo sin mostrar, aparentemente, ningún signo de emoción ni remordimiento.
El presunto asesino de su madre fue trasladado a prisión a la espera de su comparecencia ante el juez de instrucción. Se ha reforzado su vigilancia. La autopsia del cuerpo de la mujer está programada para este viernes.
Tras la reprimenda, el joven ha contado que subió a su habitación, retiró el hacha de la pared y, con ella le golpeó a su madre en la nuca, la cabeza y el pecho. Con el mismo arma golpeó el ordenador de su madre. Después, el joven salió de la casa caminando sin rumbo, desorientado.
Según Corriere della Sera, la noticia del brutal asesinato corrió de casa en casa, sembrando la incredulidad en todo el pueblo de Racare: Teresa Sommario y su familia eran conocidos y queridos por todos, según ha relatado al citado medio el alcalde, Antonio Salsetti: «Estamos conmocionados, aterrorizados por una tragedia improbable», explica, «también porque yo mismo era muy cercano a la familia, conocía bien a Teresa, conozco a sus hijos, a su exmarido, Daniele Manni, actual concejal de Obras Públicas y Urbanismo. Veremos qué sucede en las próximas horas y qué surge de las investigaciones. Pero una profunda e indescriptible amargura permanece en mí y en todos los que conocieron a Teresa. Es uno de esos sucesos que te dejan atónito, que nunca querrías vivir, que nunca querrías que sucediera».
Filippo Manni era estudiante de economía en la Universidad La Sapienza de Roma, llevaba unas dos semanas de vuelta en la ciudad y trabajaba temporalmente como socorrista. Al parecer, quería estar presente en las celebraciones del santo patrón, San Sebastián. El chico tiene dos hermanos gemelos, de 17 años. Fue uno de ellos quien dio la alarma tras oír los gritos de su madre. Poco después, llegaron los carabineros y las urgencias.
Reprimendas familiares
«Me encontré con Filippo en la ciudad hace unos días», ha explicado el alcalde, «y estaba sonriente, sereno, como siempre. Nos saludamos con la cordialidad habitual. Que yo sepa, no tenía problemas, nunca había mostrado un carácter violento, era un chico tranquilo. No era irritable, nunca había dado señales que pudieran llevarlo a ser considerado capaz de cometer un acto imprudente. Estoy realmente conmocionado, al igual que toda la comunidad de Racale.
Los investigadores tratan de interpretar los motivos que desencadenaron la ira del hijo hacia su madre. Según lo reconstruido hasta el momento, los desacuerdos podrían estar relacionados con sus elecciones de estudios: parece que el chico pensaba abandonar la universidad y dedicarse a su gran pasión, la guitarra, y consideraba matricularse en el conservatorio de Lecce Los desacuerdos también podrían estar relacionados con el coche familiar: en los últimos días, el joven de 21 años sufrió un accidente que lo dañó. Además, unos días antes del asesinato, el chico rompió el parabrisas del coche de un puñetazo.
