Publicado: febrero 25, 2025, 1:13 pm
El nombre de Marie Kondo se volvió un sinónimo de organización, minimalismo y limpieza en el hogar. Sin embargo, la propia gurú del orden reconoció que su método no siempre es aplicable a todas las realidades. La japonesa que revolucionó la forma de organizar los espacios confesó recientemente que su estricta metodología no siempre puede llevarse a cabo cuando se tiene una familia numerosa.
En este contexto apareció una nueva alternativa: el método 21 para tener éxito al ordenar la casa incluso cuando se trata de una familia con varios hijos. Alicia Iglesias, una organizadora profesional creó un método que ni Marie Kondo supo al proponer un enfoque más relajado para lograr el mismo objetivo.
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Kondo se volvió mundialmente famosa con su método basado en la selección rigurosa de objetos y la eliminación de lo innecesario. Dentro de su propuesta aparecen recomendaciones como categorizar las pertenencias, doblar la ropa de forma vertical y mantener los espacios con la menor cantidad de elementos posibles. El asunto es que cuando la japonesa tuvo a su tercer hijo, admitió que el orden con su propio método se volvió todo un desafío.
Por otro lado, Iglesias, creadora de la plataforma “orden y limpieza en la casa”, aparece con su metodología alternativa. El “método de 21 días” propone un sistema más gradual y menos riguroso que el de Marie Kondo, intentando establecer hábitos sin generar estrés. Esta novedosa estrategia se divide en distintas etapas, focalizando cada una de ellas en un sector específico del hogar.
Por ejemplo, durante los primeros 4 días del método el objetivo es ordenar la cocina, comenzando con la planificación de las comidas: hay que armar menús mensuales para facilitar las compras y reducir el desperdicio. Luego de comprar lo necesario para el mes, se organiza la alacena y la heladera y freezer, asegurándose de que los productos queden a mano. En el último paso de estos primeros 4 días se optimiza el espacio distribuyendo adecuadamente los utensilios de cocina y los electrodomésticos.
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Los días siguientes, el 5 y el 6, están destinados al baño. Con la misma lógica de organización y eliminación de lo necesario, es fundamental almacenar los elementos más importantes en cajones o cajas. La limpieza consiste en azulejos, sanitarios y espejos. Luego, entre el día 7 y 10, la atención estará puesta en los armarios. Los abrigos, paraguas y accesos de uso diario deben quedar en la “recepción” del hogar.
Por otro lado, la distribución de la ropa en los placares debe tener un lugar definido. Un espacio para pantalones, remeras, ropa deportiva, o cualquiera sea la preferencia por la cual se quiere dividir las distintas prendas. Otro aspecto que señala Iglesias es que la ropa fuera de temporada debe guardarse en bolsas etiquetadas y dejarse en otro espacio fuera del placard para optimizar el almacenamiento.
La estrategia para realizar el método de 21 días una sola vez y no tener que repetirlo
El día 11 se dedica a los zapatos y bolsos, teniendo en cuenta como ocurrió con el resto de la ropa que los más utilizados queden fácilmente al alcance y los demás se almacenen en otro espacio. La jornada 12 será para la bijouterie y otros elementos pequeños, los cuales se recomienda almacenar en cajas transparentes para facilitar su visualización.
El periodo comprendido entre el día 13 y 18 focaliza su atención en cada habitación de la casa: desde el salón, hasta los dormitorios. En el caso del primero, la especialista recomienda despejar superficies y dejar espacios confortables para las reuniones. En el cuarto, la cama debe ser el punto principal de confort, mientras que en las habitaciones de los niños pequeños se debe buscar un equilibrio entre el orden y el fácil acceso a los juguetes favoritos. En esta etapa también se ordenan otros espacios como el garaje, oficina, sótano y demás.
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Los últimos tres días del método consisten solamente en la sostenibilidad del orden. Con rutinas de limpieza y otros hábitos sugeridos como evitar compras innecesarias y revisar periódicamente los objetos acumulados para no gastar de más. La clave de esta metodología es impedir llegar a un nuevo punto de desorden para no tener que repetir el método desde 0.
Está comprobado el impacto del orden y la limpieza en la salud mental. Estudios demostraron que un entorno despejado ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, a la vez que facilita la concentración y la productividad. En cambio, una casa caótica puede generar sensación de desbordamiento y afectar el estado de ánimo. Por eso, sea cual sea el método que se elija, es importante garantizar el orden en el hogar.