Por primera vez en doce años, un alto funcionario de Estados Unidos ha entrado en Damasco. Se da la paradoja de que el presidente Joe Biden ha enviado a un influyente asesor suyo a reunirse con quienes hoy controlan partes de Siria, a pesar de que la diplomacia y la justicia estadounidenses los siguen considerando un grupo terrorista. La prioridad de la Casa Blanca es conseguir la colaboración de los rebeldes liderados por Abu Mohamed al Jolani, conocido como Ahmed al Sharaa, para liberar a ciudadanos estadounidenses retenidos en la región, en especial el periodista Austin Tice, desaparecido en 2012. A cambio, el Gobierno federal de EE.UU. estaría dispuesto a considerar una posible normalización de relaciones y el levantamiento de… Ver Más