El año que está por concluir fue complicado para el consumo privado, que caería un 7,9% según el BBVA. Diversos factores inciden en esta caída: por un lado, la comparación con el Plan Platita de Sergio Massa, y por otro, la devaluación del peso en diciembre de 2023 y el sinceramiento de las tarifas, que pesaron más en los ingresos de las familias. Sin embargo, de cara a 2025, los expertos estiman que el consumo mejorará gracias al crédito y a una posible mejora en los ingresos.
“El consumo generalmente sigue la evolución de los salarios, pero también depende de lo que suceda con los gastos fijos, lo que será clave. Este año, los salarios cayeron fuertemente, mientras que los gastos fijos aumentaron considerablemente. A partir de mediados de año, los salarios comenzaron a mejorar, pero los gastos fijos siguieron en aumento. Es probable que esta tendencia persista, lo que explica por qué el consumo no se recupera tan rápidamente como la economía en su conjunto. El crédito fue un sostén en el tercer trimestre y podría seguir siendo útil, pero hay que considerar la liquidez. Los bancos no tienen pesos para prestar, lo que podría llevar a un aumento de las tasas”, explicó Federico González Rouco, economista de Empiria Consultores.
Se define la primera privatización de la era Milei: Impsa pasa a una firma de EE.UU.
No obstante, señaló que el año próximo debería haber una mejora en el consumo, ya que los gastos fijos ya habrían tenido su impacto más fuerte y los salarios tendrían margen para aumentar.
Por su parte, el director de EPyCA Consultores, Martín Kalos, destacó que la mejora del consumo dependería más del crédito que de los ingresos: “Los ingresos laborales se recuperarán un poco, pero no tanto; y los no laborales seguirán deprimidos en sus niveles actuales”.
Para Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, este año el crédito fue un salvavidas frente al desajuste entre los gastos corrientes y los ingresos familiares. En 2025, con un panorama macroeconómico más estable, aunque las tasas sean más altas, “habrá más oferta crediticia, lo que podría impulsar ligeramente el consumo”.
“Dado que estamos tan deprimidos en términos crediticios, seguramente esto ayudará en la compra de productos más caros que no se pueden pagar en un solo pago, como una heladera, un televisor o una moto. Habrá más crédito y algo de recuperación en los salarios, lo cual también es necesario debido a la relación entre los ingresos y las cuotas”, detalló. Además, insistió en que hay espacio para crecer, ya que recién estamos recuperando los niveles de crédito previos a las elecciones presidenciales de 2023, que no eran altos.
Durables vs. Consumo Masivo
A pesar de todo esto, con un aumento en el crédito, los sectores que podrían verse más beneficiados serían aquellos con un ticket más alto.
”El crédito seguramente será un factor dinamizador, pero más para bienes durables que para consumo masivo. Se están postergando compras de estos bienes que se retomarán con crédito y cuotas. Un ejemplo son las ventas de motos, que se espera crezcan fuertemente en 2025. El consumo masivo puede crecer, pero de manera moderada”, señaló Osvaldo del Río, director de Scentia.
Según el último informe de la consultora, en noviembre pasado, el consumo masivo cayó un 20% interanual, aunque el mes registró un crecimiento mensual desestacionalizado del 1,5% respecto a octubre (la caída acumulada es del 13,5%).
”Desde abril se observa una situación de estabilidad en las ventas, pero en noviembre se dio un quiebre en la tendencia”, agregó la consultora.
Por otro lado, un relevamiento de GfK, una empresa de NielsenIQ, sobre electrodomésticos, arrojó que en noviembre el sector creció un 6% interanual, impulsado por el evento de descuentos CyberMonday.
De acuerdo con GfK, aunque 2024 muestra una contracción acumulada del 21% en unidades vendidas, noviembre destacó como un mes de crecimiento positivo, lo que se suma a un aumento interanual del 3,6% en agosto. Desde julio, la disminución de la contracción ha sido sostenida, pasando del -33% en el primer semestre al -5% en el segundo.
“El consumo depende de variables macroeconómicas como la confianza del consumidor y la evolución de los salarios. Si esas variables continúan mejorando, seguramente impactarán positivamente en el consumo”, señaló Daniela Martínez, gerente senior de Tecnología y Bienes Durables de GfK.
Por su parte, fuentes de una cadena de electrodomésticos indicaron que en 2025 el mercado espera un crecimiento del 30% en unidades, considerando una economía abierta, en la cual el sector también pueda importar productos a precios muy competitivos.
Desde principios de diciembre, los argentinos pueden adquirir en plataformas extranjeras productos para uso personal de hasta US$400 sin tener que abonar aranceles ni tasa estadística (solo se paga el IVA).
Además, el monto máximo por paquete para envíos mediante courier se actualizó, pasando de US$1000 a US$3000.