La inteligencia rusa tuvo que persuadir al derrocado dictador sirio Bachar al Asad para que abandonara Siria en hasta el último momento mientras los rebeldes avanzaban sobre Damasco el fin de semana pasado.
Incapaz de ayudar al régimen de Al Asad a contener la incursión rebelde, Rusia advirtió a su aliado que perdería seguro la lucha contra los grupos bajo el mando de la organización islamista HTS.
Fue entonces cuando se le ofreció un pasaje seguro a Moscú con su familia si salía de inmediato, tal y como informa la cadena estadounidense Bloomberg.
Tres fuentes revelaron a Bloomberg News que Moscú organizó el escape de Al Asad a través de su base aérea en la costa siria, utilizando el «truco de transpondedor».
Se le habría ordenado no decirle nada a nadie, apagar su transpondedor y subir a su avión privado en la capital, Damasco. El avión luego viajó a la base aérea rusa Khmeimim, en la costa siria, antes de que Assad se dirigiera a Moscú, posiblemente en un avión militar, afirmaron las fuentes.
El sitio web de seguimiento de vuelos Flightradar24 mostró un avión que se cree transportaba a Assad cuando salía de la capital siria, Damasco, en las primeras horas de la mañana del domingo. El avión se dirigió hacia el mar Mediterráneo, antes de dar un giro en U y desaparecer del mapa.
Sergei Ryabkov, viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, afirmó que Al Asad fue transportado fuera de Siria «de la manera más segura posible» durante el fin de semana pasado.
En declaraciones a NBC News, Ryabkov dijo: «Él está protegido, y eso demuestra que Rusia actúa como se requiere en una situación tan extraordinaria».
Preguntado por si Moscú entregaría a Al Asad a la Corte Penal Internacional, dio a entender que no lo haría, diciendo que Rusia «no es parte de la convención» que la estableció.