El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, ha defendido este jueves su implementación la semana pasada de la ley marcial como medida «inevitable» para proteger la «democracia liberal de la dictadura parlamentaria» de la oposición y aseguró que no está «obsesionado» con cumplir íntegramente su mandato y que encara «con confianza» investigaciones criminales e intentos de destituirlo.
En un discurso televisado, el mandatario aseguró que se movilizaron escasas tropas y solo cuerpos de élite para prevenir «accidentes», consideró que se está «fabricando» un delito de insurrección contra él y diseminando mucha información falsa y que aún así no evitará encarar «responsabilidades legales y políticas».
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