Un estudiante aplicado, de familia acomodada y del que no se sabía nada desde hacía meses: Luigi Mangione fue detenido este lunes en Altoona, Pensilvania, tras seis días de intensa búsqueda policial por el asesinato de Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthcare, la aseguradora médica más grande de EEUU. El sospechoso, de 26 años, ha acudido este martes al juzgado vestido con un mono naranja de presidiario y mostrando su enfado: «Esto está fuera de lugar y es un insulto a la inteligencia del pueblo americano».
Mangione fue detenido al ser reconocido en un McDonald’s. Tras recibir un aviso, la Policía llegó al lugar y encontró al sospechoso sentado en una mesa al fondo, con una mascarilla y con un ordenador portátil. Al pedirle documentación, el joven les dio un carné de conducir falso de Nueva Jersey bajo el nombre de Mark Rosario, que coincidía con la identificación que habría utilizado para registrarse en el hostal de Nueva York antes del tiroteo.
Los agentes le preguntaron si había estado en Nueva York recientemente, ante lo que Mangione «se quedó callado y empezó a temblar», según la Policía. Al final, terminó por confesar su verdadera identidad. En el momento de su detención, llevaba un arma ‘fantasma’ con silenciador que pudo haber sido fabricada con una impresora 3D, seis balas de 9 milímetros y 10.000 dólares en efectivo, 2.000 de ellos en moneda extranjera, aunque el detenido asegura que ese dinero no es suyo y no sabe de dónde ha salido.
Pero lo que más ha llamado la atención ha sido un documento de tres páginas escrito a mano que muestra su «mala voluntad hacia las corporaciones estadounidenses», según las autoridades. Así, en esta carta, Mangione afirma haber actuado solo: «A los federales, seré breve, porque respeto lo que hacen por nuestro país. Para ahorrarles una larga investigación, afirmo claramente que no estaba trabajando con nadie«. «Pido disculpas por cualquier conflicto o trauma, pero había que hacerlo. Francamente, estos parásitos simplemente se lo merecían», añade, acorde con medios estadounidenses.
Un joven impecable de una familia adinerada
Luigi Mangione era hasta ahora un joven prometedor que estudió en una universidad de élite y al que le apasionaban los videojuegos. Nacido en Maryland, se crio en el seno de una familia acomodada con raíces en los sectores inmobiliario. El sospechoso es también primo del congresista republicano Nino Mangione, quien ha calificado la detención como un golpe devastador.
Sus abuelos, Nicholas y Mary Mangione, fundaron Lorien Health Systems, una red de residencias de ancianos donde el detenido trabajó como voluntario, y dirigieron WCBM, una emisora de radio conservadora en Baltimore. El abuelo, que murió en 2008, fue un exitoso promotor inmobiliario y uno de sus proyectos más conocidos fue Turf Valley Resort, un lujoso centro de conferencias y retiro que compró en 1978.
Asimismo, su familia gestiona una fundación con activos cercanos a los 4,5 millones de dólares, fue benefactora de la Universidad Loyola de Maryland y compró el Hayfields Country Club al norte de Baltimore en 1986. De igual modo, donaron a varias causas, incluidas organizaciones católicas, universidades y artes, según varios medios estadounidenses.
Todo ello favoreció una buena educación para Mangione, quien tenía un historial académico impecable. Fue el mejor alumno de su promoción en la prestigiosa Gilman School de Baltimore y, en 2020, obtuvo un título en Ciencias de la Computación en la Universidad de Pensilvania, miembro de la Ivy League. Allí formó parte de la exclusiva sociedad académica Etta Kappa Nu, reservada a los estudiantes más destacados en Ingeniería Eléctrica e Informática, y fue asistente de cátedra.
En 2019, fue consejero principal y asistente de enseñanza del programa de estudios preuniversitarios de Stanford, según muestra su perfil de LinkedIn. Mangione también fundó un club para el desarrollo de videojuegos en Pensilvania, donde lideró un pequeño equipo de programadores, escritores, músicos, artistas y diseñadores en el proyecto «College Simulator».
Por otro lado, su ideología es algo más ambigua: en sus redes sociales seguía a figuras públicas y controvertidas como el cómico Joe Rogan, el antivacunas Robert F. Kennedy Jr. o Edward Snowden. Pero preocupante fue su reseña positiva en Goodreads del manifiesto de Theodore Kaczynski, terrorista conocido como ‘Unabomber’, a quien describió como un «revolucionario político extremo» y justificaba la violencia como una herramienta para «sobrevivir» y «revolucionar» en tiempos de crisis,.
Sin noticias desde hace meses
Además de en Maryland, Mangione ha vivido en San Francisco y su última dirección conocida es en Honolulu (Hawaii). De enero a junio de 2022, el joven vivió en Surfbreak, un espacio de co-living a las afueras del turístico barrio hawaiano de Waikiki. Al igual que otros residentes, fue sometido a una comprobación de antecedentes, según Josiah Ryan, portavoz del propietario y fundador de Surfbreak, RJ Martin, recoge Associated Press.
«Luigi era un gran tipo. No había quejas ni ningún indicio de que pudiera apuntar a esos supuestos delitos que dicen que cometió», ha indicado Ryan. El portavoz ha asegurado que Mangione tenía fuertes dolores de espalda y la columna «desalineada», lo que interferían con aspectos de su vida. El problema se agravó tras un incidente de surf y en 2023 volvió a la costa este de EEUU para someterse a una operación.
Después, regresó a Honolulu y alquiló un apartamento. Sin embargo, en un momento dado dejó de responder a mensajes y desapareció. De hecho, tanto los compañeros y del alojamiento como los propios familiares de Mangione dejaron de tener noticias suyas desde hace aproximadamente seis meses. La mayoría de sus seres queridos no supieran nada de su paradero hasta este lunes, cuando la policía desveló su arresto como principal sospechoso de matar al CEO de UnitedHealthcare.
Mangione, que se encuentra en prisión sin derecho a fianza, está acusado en Nueva York de un cargo por asesinato en primer grado, otro por fabricación de arma y tres por posesión de armas. Además, en Pensilvania ha sido imputado por otros cinco delitos, entre ellos, falsificación del documento de identidad. Ahora, los investigadores intentan reconstruir por qué el joven pudo haberse desviado de un camino lleno de comodidades para llevar a cabo el crimen.