Sean Combs, más conocido como Diddy, cada vez ve más lejos estar fuera del Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, en Nueva York, en el que ingresó hace unos meses. Porque este miércoles, y por tercera vez, se le ha negado su petición de libertad bajo fianza tras estudiar la comparecencia sobre su caso que tuvo lugar el pasado viernes.
El juez del Tribunal de Distrito de EE UU Arun Subramanian ha rechazado la petición del equipo legal del rapero, que estaba dispuesto a pagar una fianza de 50 millones de dólares, con una argumentación basada en el bienestar y la concordia del resto de miembros de su comunidad y que ha sido obtenida por varios medios, como CNN.
«El Tribunal considera que el gobierno ha demostrado con pruebas claras y convincentes que ninguna condición o combinación de condiciones garantizará de forma razonable la seguridad de la comunidad», escribió Subramanian en su acta judicial, que consta de cinco páginas, según CNN.
En la vista del pasado viernes, los fiscales argumentaron que Diddy representa una amenaza demasiado grande para las víctimas —dado su poder económico y sus recursos casi ilimitados— si es liberado de prisión antes de su juicio, el cual será el futuro 5 de mayo y en el que el magnate de 55 años está acusado de tráfico sexual, crimen organizado y trata de personas.
La fiscalía detalló cómo el rapero iba a intentar intimidar y extorsionar a algunos testigos si salía de la cárcel. Básicamente porque ya los estaba intentando manipular desde dentro de la misma a través de llamadas a tres bandas en la que utilizaba desde a su familia como a otros presos. La orden de Subramanian hace referencia específicas a pruebas de que Combs ha mentido sobre el uso del servicio ContactMeASAP para los reclusos.
De hecho, una de las claves de la audiencia de dos horas del pasado viernes fue que la defensa del magnate argumentó que Diddy había supuestamente dejado de usar dicho servicio el pasado 16 de noviembre. Sin embargo, los datos de la fiscalía demostraron que estaba activo una semana después.
En un último intento de que consiguiese la libertad bajo fianza, el equipo legal de Combs propuso que un equipo de seguridad privada disponible 24/7 estaría mejor capacitado y equipado para vigilar al magnate que los federales, proponiendo un apartamento en el Upper East Side de Manhattan para tal fin. La propuesta, así como la de regresar a su mansión en Miami fueron rechazadas de inmediato.