Israel y Líbano están «más cerca que nunca» de lograr un acuerdo de alto el fuego, ha confirmado a Efe una fuente cercana al asunto, después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, haya aceptado «en principio» la propuesta que el mediador de EEUU, Amos Hochstein, presentó la semana pasada a ambas partes en un viaje a la región. «Se han logrado progresos muy significativos», ha indicado la misma fuente.
La propuesta incluye tres etapas: una tregua seguida del repliegue de las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani; una retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano, y por último, negociaciones entre ambos países sobre la demarcación de su frontera. En la actualidad, esta última es una divisoria fijada por la ONU tras la guerra de 2006.
«Estamos avanzando hacia un acuerdo, pero todavía hay asuntos por resolver», ha indicado este lunes el portavoz del Gobierno israelí, David Mencer, sin dar más detalles en su rueda de prensa diaria. La semana pasada, el mediador estadounidense también afirmó en Beirut que se habían producido «avances significativos» para una tregua, antes de viajar a Israel.
Netanyahu mantuvo en la noche de este domingo una reunión con algunos ministros y funcionarios de seguridad para abordar la propuesta del enviado de la administración de Joe Biden. En el encuentro, se acordó aceptarla «en principio» pero con «algunas reservas».
La fuente ha explicado a Efe que esas reservas tienen que ver con la «libertad de acción» que demanda Israel para poder emprender acciones militares dentro de Líbano si Hezbolá rompe los términos del alto el fuego y no actúan las tropas libanesas, que deben tomar el control de la frontera, algo que Líbano y el grupo chií rechazan de plano.
Sin embargo, la cuestión puede resolverse expresándose en el documento de forma «más vaga», ha precisado la fuente. Mientras, algunos medios hebreos han informado este lunes de que otra alternativa que agrada a Israel es una carta de compromiso de Washington.
El acuerdo también contempla la creación de un organismo internacional encabezado por EEUU, que se ocupará de supervisar el cumplimiento del alto el fuego, en el que también estarán implicados el Reino Unido, Alemania y Francia.
La inclusión de Francia, potencia occidental con fuerte influencia en Líbano, en este organismo de supervisión ha contribuido a desatascar las negociaciones. Israel se había opuesto a la implicación del país galo desde octubre, cuando el presidente Emmanuel Macron sugirió un embargo de armas al Estado hebreo, a lo que el entonces ministro de Exteriores israelí, Israel Katz -ahora titular de Defensa- amenazó con «medidas legales y diplomáticas» que no han llegado a materializarse.
Las hostilidades entre la milicia y el ejército israelí se han intensificado en los últimos días. Durante el fin de semana, Israel lanzó potentes ataques aéreos contra el país vecino, incluido uno en el centro de Beirut que mató a al menos 29 personas; mientras que Hezbolá lanzó el domingo una de sus mayores andanadas con más de 250 proyectiles.
Sobre este tema, se ha pronunciado el ministro de Seguridad Nacional, el extremista Itamar Ben-Gvir, quien insistió en que Israel debe continuar la guerra hasta la «victoria absoluta» y pidió a Netanyahu que detenga el acuerdo.